A mediados de la pasada semana, el director deportivo de un club de notable poderío económico pidió el teléfono «de la persona con la que hay que hablar para cerrar el fichaje de Kepa Arrizabalaga«, el portero del Athletic. La respuesta que recibió fue tan escueta como contundente: «No pierdas el tiempo. Lo tiene atado el Real Madrid». Lo noticiable, más allá del acuerdo con los blancos, es que era el segundo director deportivo que recibía la misma respuesta en menos de siete días.
Mientras el director deportivo en cuestión activaba el plan B, que pasa por otro portero de la Liga que ha defendido la portería de la Sub-21, Kepa se reunía junto a sus agentes (Bahia Internacional) con el Athletic. Esta maniobra reactivaba las esperanzas de la parroquia local después de que el portero, que queda libre en verano, rechazase la oferta de renovación de los rojibancos. Es una de las joyas del mercado y en San Mamés dan por hecha su marcha más temprano que tarde. Según ha podido saber A la Contra hay un factor determinante que explica que se retomasen las conversaciones con el club de Ibaigane: Kepa quiere salir bien del Athletic.
Salir bien de San Mamés significa dejar dinero en las arcas del club en forma de traspaso, para lo que el portero debería rubricar la renovación antes de firmar por el Real Madrid, que le ofrece un sueldo neto que dobla la oferta del Athletic. Esta posibilidad dejaría en buen lugar a las partes (jugador y club), al tiempo que permitiría al Real Madrid salvar la paz institucional con el Athletic, por más que Florentino y Urrutia no tengan relación alguna, lo que justifica las ausencias del dirigente blanco del palco de San Mamés.
El Real Madrid se lanzó a la búsqueda de un portero después de que De Gea informase a Jorge Mendes de su intención de quedarse en Manchester. Además, el United le ha tasado en 70 millones, cantidad que Florentino no piensa gastar en un portero, especialmente en un año en el que acometerá un fichaje galáctico de primer nivel con la ayuda de alguna venta sonada. Por eso, la idea de pagar un traspaso asumible por Kepa es la que ha convencido a un conciliador Real Madrid.
No hay papel firmado aún, pero el portero ya ha dado el sí a los blancos. La alternativa sería cerrar el fichaje sin coste de traspaso, pero permitir que Kepa siguiera en el Athletic una temporada más, con lo que los rojiblancos tendrían tiempo para trabajar en su relevo sin prisas. Esta opción choca con la intención de Florentino de incorporarlo inmediatamente a la portería blanca.
Es tal la disposición del guardameta a que el Athletic saque algún beneficio de su marcha, que fuentes de la negociación aseguran que Kepa incluso estaría dispuesto a sacrificar dinero de su contrato o de la prima de fichaje para que el club rojiblanco obtenga una compensación.
Mientras se cierra una forma de acuerdo que convenza a todas las partes («aún quedan reuniones para que llegue a buen puerto»), el Real Madrid gestiona la situación de su portería. Actualmente cuenta con tres porteros: Keylor Navas, Kiko Casilla y Luca Zidane. El entrenador cuenta con el costarricense como su portero titular, un guardameta veterano (30 años) a la sombra del cual poder cocinar a fuego lento a su hijo Luca. Zidane júnior ascendió en verano a la primera plantilla blanca tras la salida cantada de Rubén Yáñez al Getafe. Luca debía estar en el banquillo en el derbi del Wanda, pero su lugar lo ocupó Moha Ramos, debido a las bajas de Keylor y Zidane. El hijo de Zinedine es un portero de 1,83, no demasiado alto para el fútbol actual, y concluye contrato con el Real Madrid este verano. Esta circunstancia delatará las intenciones del presidente en todo este culebrón.
Florentino, en su rol de director deportivo, no cuenta con Navas como portero titular del equipo en un futuro inmediato. Quiere un portero con más tirón mediático y está empeñado en vestir de blanco al de la Selección española. Descartada la opción de De Gea, Kepa es el señalado para suceder al del United en la portería de La Roja en un futuro no tan lejano. De hecho, el del Athletic estará en la lista del Mundial de Rusia si no ocurre nada raro de aquí al final de temporada. Guardameta moderno, de 1,89 y buen juego con los pies, Kepa, que ayer fue decisivo al parar un penalti al Villarreal, ya está atado por el Real Madrid, como ya sabe más de un director deportivo. Falta encontrar un escenario en el que todos ganen . El cuento ya tiene final, ahora toca saber si todos comerán perdices.