La cadena de pizzerías Papa John’s, la tercera compañía del sector más importante de Estados Unidos (tras Pizza Hut y Domino’s), responsabiliza a la NFL de su caída en las ventas, próxima al 5%. Según el CEO de Papa John’s y fundador de la empresa, John Schnatter, la culpa de sus malos resultados la tiene el comisionado de la NFL, Roger Goodell. En opinión de Schnatter, la NFL no ha sabido poner coto al conflicto que se generó cuando algunos jugadores decidieron arrodillarse durante el himno para protestar por la violencia policial, especialmente contra los negros. “Esos incidentes polarizaron a los consumidores y terminaron por polarizar al país entero”. El resultado es que Papa John’s, uno de los patrocinadores oficiales de la NFL, ha visto, siempre según Schnatter, cómo se “perjudicaban los intereses de los accionistas”.
Las ventas de Papa John’s no son lo único que ha caído. Las audiencias en televisión son un 4% más bajas que en el mismo tramo de la temporada pasada y nadie duda que la Crisis del Himno ha tenido una relación directa. Todo comenzó en 2016 cuando Colin Kaepernick, quaterback de los 49ers de San Francisco, se arrodilló durante la interpretación del himno para protestar por la opresión contra la población negra de Estados Unidos. «No voy a ponerme de pie para demostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a las personas de color. Para mí, esto es más grande que el fútbol y sería egoísta de mi parte mirar hacia otro lado».
Su ejemplo cundió entre otros compañeros (el 68% de los jugadores de la NFL son negros) y muchos deportistas que quisieron sumarse al Movimiento Kaepernick, pero también recibió críticas desaforadas. Entre ellas, las del presidente Donald Trump, que reclamó el despido de “cualquier hijo de puta que se arrodille durante el himno”. Asimismo, el presidente convocó un boicot contra la Liga hasta que no tomara medidas contra los jugadores y los propietarios.
La inquina de Trump contra la NFL no es nueva y viene de 1984, cuando compró los New Jersey Generals para participar en la United States Football League (USFL), una competición que nacía con la intención de ocupar los meses sin NFL. La idea fracasó a los tres años y Trump, que quiso integrar su equipo dentro de la NFL, fue rechazado. A tenor de sus declaraciones sobre el conflicto, todavía tiene la espina clavada.
The NFL has decided that it will not force players to stand for the playing of our National Anthem. Total disrespect for our great country!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de octubre de 2017
A mediados del pasado mes, Goodell y los dueños de los equipos se reunieron para tratar el asunto y decidieron que no obligarían a los jugadores a escuchar el himno en pie. “Nos gustaría que lo hicieran, pero entendemos que no es una falta de respeto a la bandera, sino un intento de llamar la atención sobre cuestiones de igualdad que nos afectan a todos”.
La dignidad y la independencia del comisionado no ha impedido que Kaepernick, de 29 años, se haya quedado sin equipo. Ninguna de los 32 franquicias que forman parte de la NFL (51 jugadores por plantilla) se ha interesado por el jugador que condujo a los 49ers a la Super Bowl de 2012. Hay quien asegura que las razones de su descarte son estrictamente deportivas. También hay quien piensa que la sombra del presidente de los Estados Unidos, aunque se llame Trump, sigue siendo muy alargada.