To dare is to do». Intentarlo, atreverte es hacerlo, es lograrlo. El lema reza en cada espacio interior del vestuario del Tottenham en Enfield, el enclave de Londres donde Mauricio Pochettino disfruta entrenando en uno de los clubes de su vida. La frase te persigue por los rincones. Y ahora incluso ha volado prestada a Wembley durante esta temporada.
Pochettino cumple al cien por cien con la frase icónica. Es valiente, se atreve con un fútbol dinámico, que ejecuta con un equipo bonito, un colectivo emergente que sueña en grande. Mauricio es un tipo educado. Se hace respetar. Todos los empleados del Tottenham le admiran. Desde que entra uno en la recepción del paraíso de su Ciudad deportiva, MP -como le conoce todo el mundo en el club- es el sheriff. Y el personal se da cuenta de su carisma mientras pasea por los cuidados jardines que rodean la Academia del Tottenham.
Él ejerce un liderazgo natural. Basado además en una confianza absoluta en su equipo técnico. Jesús Pérez es su alter ego. Un tipo muy interesante. Sentarte en una tertulia con Pochettino, Jesús Pérez y Toni Jiménez, el preparador de porteros y ex compañero de Mauricio en el RCD Espanyol, en el corazón del Tottenham es un privilegio. No hay cabo sueltos. El Tottenham es un reloj.
Fútbol en estado puro. En continuo estado de alerta ante la opción de adquirir conocimiento. La Premier League es un jardín de sabiduría para Pochettino y su gente, que han inventado un método para convertir el Tottenham en el vivero de la selección inglesa. Walker -ahora en el City-, Rose, Trippier, Dier, Dele Alli, Kane y el niño de moda en la Premier, Harry Winks, habitual en la sub ’21 y que ya está en la absoluta con Gareth Southgate, con pinta de comerse el mundo.
Winks, con biotipo de perfil Barça total, juega con la camiseta por dentro. Como Raúl en el Madrid. Winks, la nueva brújula del Tottenham, que arrasa en la selección con la presencia de seis futbolistas la próxima semana, crece cada semana. Pochettino tiene en Enfield una Ciudad deportiva descomunal en el ámbito tecnológico. El trabajo de su gente en el gimnasio va destinado a evitar el porcentaje medio de lesiones que tiene cualquier club inglés. Ahí están sus números. Su laboratorio cuenta con cámaras de hipoxia, piscinas de última generación para recuperar lesiones.
MP tiene todo en Londres para ser feliz. Está ya muy por encima de Arséne Wenger, el personaje que dominó la City en otra época. Mientras el Tottenham crece, espera pronto a su nuevo estadio, anexo al antiguo White Hart Lane, el equipo se ha puesto a la altura del club. Si equipo y club mantienen el mismo rango podrían llegar los títulos y el éxito soñado antes de tiempo. MP fue un gran central. Serio y cartesiano. Pertenece al grupo elegido de gente que te da calma. Nunca tiene prisa. Por ahí disfruta en su pizarra con tres. Defender para disfrutar. Eriksen, Dele Alli y Kane para entusiasmar.