Diluviaba sobre Salford el pasado domingo y el Manchester United no encontraba el camino al gol contra el Tottenham, aunque en realidad, especialmente durante el segundo tiempo, se estaba mereciendo algo más que ese empate a cero que lucía en el marcador de Old Trafford. En esas, Mourinho ordenó la sustitución de Rashford y al respetable no le pareció bien, Así que se lo hizo saber con pitos. Y Mou, empapado como estaba, tenso como estaba, mandó callar a la grada. Con el índice sobre los labios. El eterno dedito de Mourinho de nuevo en acción.
Imparable, allí donde Guardiola le reconoció que era el mejor, en la sala de prensa, Mou reprochó la actitud de sus aficionados lamentando especialmente que no apoyaran más a Lukaku: “Para ellos debería ser intocable, como lo es para mi, por lo mucho que le da al equipo”.
Apenas tres días después, usó el tradicional mensaje en la revista del partido, con motivo de la visita del Benfica en Champions League a Old Trafford, para lanzar otro recadito: “Espero que los aficionados disfrutaran del juego más que algunos de ustedes contra el Tottenham». No es la primera vez que Mourinho habla del ambiente de Old Trafford, pero por vez primera se queja del apoyo a los jugadores. En general, a los seguidores les ha sentado siempre mal, porque tienen la sensación de que han tratado bien al entrenador desde su llegada.
El United no volverá a jugar en casa hasta el 18 de noviembre, contra el Newcastle de Rafa Benítez. Hoy vuelve a Stanford Bridge, al final, la que siempre será su casa allí donde se convirtió en especial y donde dejo de serlo. “You will never be the special one”, le cantaron los seguidores del Chelsea en su su última visita, cuando se las tuvo con Conte, porque la memoria es frágil. “Es normal. Soy el entrenador del rival”, les perdonó el entrenador. “Una cosa es lo que pasa en el campo y otra lo que pasa fuera. Camino por la calle y el trato que recibo de los fans del Chelsea, especialmente en la zona donde tengo casa en Londres, nunca fue desagradable. Pero cuando voy a Stamford Bridge, soy el mánager de su oponente. Así que acepto todas las reacciones posibles con el máximo respeto».
Mou vuelve a casa a pelear por puntos, contra un Chelsea tocado. Viene de ser goleado, y vive entre rumores que señalan a Conte. La pasada semana Abramovich apareció por la ciudad deportiva para darle su apoyo al italiano y otro italiano, Ancelotti, apareció en las portadas como su sustituto. Así las cosas, los azules necesitan la victoria tanto como el United, que está a cinco puntos del City, que hoy recibe al Arsenal.
Pero si se le quema el rancho a Conte, el que echa fuego a la leña en el norte es Mou. No es la primera vez que lamenta la falta de apoyo que siente su equipo en Old Trafford pero si la primera en la que se queja de maltrato a alguno de sus jugadores y lo ha personificado en Lukaku. A Mou le han tratado más que bien desde su que llegó y, a sabiendas de que si algo tiene el portugués es un alto grado de exigencia, no lo es menos que Lukaku no marca desde el 30 de septiembre y ha reemplazado a Rooney, que no es poco. Además, cuando en la grada le alentaron, el club pidió a sus aficionados que no lo hicieran. Bueno, vale, es cierto que usaron el como excusa el tamaño de su miembro, que al parecer tiene unas dimensiones descomunales.
Portavoces autorizados de la hinchada red admiten que es mejorable el ambiente en el campo, pero en manifestaciones públicas han puntualizado: “ Es tan justo decir que hay un deseo universal en la grada de mejorar la atmósfera, algo que también sucede en otros clubes de la Premier League, pero no es menos cierto que hay una serie de factores que han contribuido a la disminución de la animación durante las últimas décadas y los clubes deberían como mejorar esa cuestión”. Es una corriente de opinión generalizada entre las aficiones que el deseo por mejorar los ingresos en los departamentos de márketing ha llevado a los clubes a vender a empresas localidades que antes ocupaban seguidores de la working class que ahora no tienen acceso a los estadios. La seguridad también ha influido y donde antes cambian tres aficionados viendo el partido puestos en pie, ahora se sienta uno. Le robaron el fútbol al pueblo y ahora le faltan gargantas a la grada. Los que quedan en la grada, la old School de Old Trafford, le ha pedido a Mourinho una reunión para discutir el tema. “Hay diferentes puntos de vista que nos gustaría hablar con él”, sostienen.
«Nos gustaría comprometernos con el entrenador, con el equipo y con otros funcionarios del club, sobre cuestiones relacionadas con la atmósfera que se vive en los partidos de Old Trafford. Es evidente. Y estaríamos más que felices de reunirnos para discutir sus preocupaciones», han pedido a través de un comunicado el Manchester United Supporters Trust. Pero Mourinho rechazó la invitación el pasado jueves. «No puedo encontrarme con un cuarto del planeta. Creo que un cuarto del planeta es rojo. Y no puedo sentarme con todos», despachó antes de viajar a Madrid, donde dio una exhibición.
El partido de hoy será la sexta vez que un equipo de Mourinho se enfrente al Chelsea. Dos fueron con el Inter de Milán y tres con el United, y de esas cinco ganó tres y perdió las otras dos. Una de ellas, en los cuartos de final de la FA Cup el año pasado, el día que les pidió a sus jugadores que salieran a empatar el partido, para pasmo generalizado del vestuario rojo. La estrategia era no dejar jugar a los de Conte, a golpe de faltas. “Cuando tengan la pelota, falta. Los veinte primeros minutos, que no lleguen al área. Falta falta y falta en el centro del campo. Conozco al árbitro y no sacará tarjetas”, les dijo. Herrera duró menos de media hora sobre el campo. Está por saber que les dirá hoy.
El duelo de este año esta marcado por el irregular juego del Chelsea, que no está fino y las bajas del United. «Creo que debería llorar todas las semanas sobre nuestras bajas. Otro mánager estaría hablando de Pogba todos los días. ‘Oh, no tengo Pogba, oh cuándo tengo Pogba, oh 10 partidos sin Pogba, oh toda la fase de grupos de Champions League sin Pogba, oh todos los grandes partidos contra el Liverpool, contra el Chelsea, contra los Spurs sin Pogba ‘. Pero no hablo de Pogba una sola vez”, ha dicho Mou. Quien también ha recordado a los periodistas: “Igual deberías prestar más atención a lo bien que lo estamos haciendo. Ganamos al Tottenham y que yo sepa, le metió tres al Madrid. Igual no lo hacemos tan mal”. En realidad, el United avanza como un tractor. Segundo a cinco puntos del Manchester City, no está jugando de manera espectacular, pero suma. Hoy se pelea en casa, en Londres contra el Chelsea y en Manchester, mirando de reojo al lider, el City de Guardiola.