Llevamos tres meses de temporada y la distancia entre el Barcelona de Messi y el Real Madrid es cuando menos preocupante para los de Concha Espina. No obstante, sería absurdo afirmar que la Liga tiene dueño a estas alturas de temporada, creo que todavía pueden ocurrir muchas cosas. Lo que ahora para algunos es definitivo, con dos o tres resultados en un sentido u otro, puede alterar la clasificación.
Sin embargo lo que está claro es que la distancia de 10 puntos de los azulgrana sobre el Real Madrid tiene un nombre: Leo Messi. El argentino está “pletórico” y su influencia en el juego y en los resultados de su equipo es determinante. Ya explicamos en un artículo anterior lo que unía y lo que separaba a Messi y a Cristiano. La inteligencia que posee Messi para entender el juego es muy superior a Cristiano.
Pero es que, a día de hoy, con la resaca del último derbi entre el Madrid y el Atlético, se abre un abismo entre los dos fenómenos por el estado físico. El juego de Cristiano está basado en la “potencia”, que resulta de multiplicar la fuerza por la velocidad.
Y esa potencia se va alejando de Cristiano cada día un poquito más. El portugués mira de reojo a su rival y se da cuenta de que en las tres palabras que definen este maravilloso juego (querer, saber y poder) es en la última donde Messi por ahora cobra ventaja.
No obstante, el argentino debe estar atento a un detalle. En el horizonte se le presenta un nuevo reto: llegar a los 2.000 minutos de juego. Según la Fisiología del esfuerzo, y a través de estudios que lo demuestran, se afirma que las posibilidades de lesión aumentan hasta en un 26%. ¿Será capaz Messi de cruzar ese límite?
Extraordinario dato espereo que no suseda por el bien de el fútbol, porque ver a Messi es un lujo de verdad!!!