La Selección nos excita. Nos hace perdernos en la euforia más descontrolada o hundirnos en la depresión más profunda. No hay término medio en nuestro estado. Cada fase de clasificación es una invitación a la felicidad, aunque durante años no fue más que el paso previo a la decepción. En 2008 se empezó a reescribir el cuento y en 2010 el final no pudo ser más feliz.
¿Es posible plantear una comparación entre la selección que ganó en 2010 y la que acudirá a 2018? ¿Hay debate posible? Probemos.
Por el camino hemos perdido a Xavi y él era la referencia, el estilo, el sentido, y los mejores años de Iniesta. Pero hemos ganado a un Silva más maduro, nos hemos entregado al fútbol de Isco y hemos descubierto que el futuro es Asensio. Quizá el viaje a Rusia le llegue pronto a Asensio y es probable que Isco nos regale lo mejor en los próximos años.
¿Qué tenemos mejor y peor que cuando nos proclamamos campeones del mundo? Analicemos.
De Gea vs Casillas
Si nos ceñimos a las consideraciones técnicas, España no baja el nivel en la portería con respecto al Mundial 2010. Sin embargo, hay un factor que no conviene despreciar: la suerte. Llámenlo “ángel” si lo prefieren. O “instinto, tal vez “talento”. Casillas tenía un poco de cada frasco o un frasco entero de cada. En la Eurocopa de 2008, la que abrió el portal del éxito, paró dos penaltis en los cuartos de final contra Italia. Sobre el Mundial le pueden preguntar a Robben. La suerte de David De Gea está por contrastar (no considero ni contratos ni novias); se le han visto intervenciones paranormales, pero ahora debe practicarlas sobre las brasas de un gran torneo.
Carvajal/Odriozola/Azpilicuelta vs Sergio Ramos
Sergio Ramos pasará a la historia como central, pero por simple falta de memoria. El mejor Ramos, el más desequilibrante, jugó de lateral derecho. Sólo un Carvajal en plena forma podría aportar algo similar, menos arrebatador en lo físico, pero quizá más refinado en el regate y los centros. Para el prometedor Odriozola (debilidad personal) tal vez sea demasiado pronto y Azpilicueta es un cerrojo, no una ganzúa.
Piqué/Ramos vs Puyol/Piqué
En este caso, tampoco se perciben diferencias significativas, siempre y cuando los implicados estén en forma física y mental. Ramos ofrece más alternativas a la hora de sacar el balón jugado; a cambio, presenta desatenciones infartantes; Puyol, menos versátil con el balón, era más sobrio que un juez. Piqué, entretanto, necesita de estímulos externos y en este Mundial no canta Shakira.
Jordi Alba vs Capdevila
Aquí ganamos. Y lo digo con respeto reverencial. Capdevila fue la toma de tierra de un equipo que volaba en otras líneas y ese equilibrio fue de agradecer. Reforzaba el juego por alto y se incorporaba al ataque con aseo y pulcritud. Jordi Alba es otra historia: hablamos de un puñal con el gen asociativo de los locos bajitos, una solución ante equipos que se fortifiquen en defensa.
Busquets/Koke/Tiago vs Busquets/Xabi Alonso
En el pivote cedemos algo de terreno, que no será mucho si Busquets encuentra su mejor versión, y está cerca. Koke, futbolista estimable, no es un organizador y el puesto exige capacidad para ordenar al equipo. Tiago sabe manejar timones, pero Lopetegui tiende a utilizarlo como interior. Xabi Alonso, si lo recuerdan, lo tenía todo: contención, posicionamiento, llegada y título de capitán de barco. Desde 2010 también lucía un hermoso tatuaje en su pecho con los tacos de De Jong.
Silva/Iniesta/Isco vs Iniesta/Xavi/Fábregas
En esta combinación reside la clave de las posibilidades de España. Creo que nadie discute que Xavi Hernández ha sido uno de los mejores jugadores del fútbol español (quizá el mejor) y Xavi no está. Con él perdimos el tempo y juraría que la paz, también el aplomo. Isco es pariente de Silva y de Iniesta, pero no tenemos familiares de Xavi (Senna era el primo negro).
Morata vs Villa
Villa es historia de la Selección y Morata apenas ha empezado a escribir la suya. El problema del gol no fue un asunto menor en 2010 y Villa lo solucionó con la naturalidad que sólo puede tener quien vive de celebrarlos. El reto de Morata es volar a la altura que lo hizo Villa. Y hoy no parece fácil.
Con la del 2010 es comprable; con la del 2008, ni de coña.
Me parece que la actual selección es inferior a la que conquistó el Mundial en 2010. Por aquel entonces teníamos a varios de los mejores jugadores del mundo en su puesto y en el momento clave de sus carreras. Los Xavi, Xabi, Casillas, Villa y aquel Iniesta son mejores que los que hay ahora.
Eso sí, en un torneo corto puede pasar cualquier cosa y una vez alcanzados los cuartos puede ganar cualquiera que tenga la fortuna de cara en un momento clave.
Yo creo que no es inferior a la del 2010. Si analizamos/comparamos jugadores quizás está en desventaja ésta. Aunque en juego la del 2018 es mucho más imaginativa y no tan encorsetada como la del 2010. No obstante, pienso que el nivel de selecciones del 2018, en general, es más alto que el del 2018 ( por ejemplo Alemania, Inglaterra, Brasil… etc)
Quería decir que es mal alto que el del 2010