Quique Setién llegó a la orilla verdiblanca de Sevilla envuelto en un halo de mesianismo que se explicaba por la necesidad de aferrarse a algo de una afición bética cansada de la mediocridad de su equipo en las últimas temporadas. Hartos de la indiferencia de sus futbolistas y de vivir bajo el yugo sevillista, las palabras del técnico sonaron bien a los oídos de su parroquia. Desde la secretaría técnica se dejó de jugar a la ruleta apostando por futbolistas desconocidos y se cerraron fichajes con rostros reconocibles para la grada: Guardado, Tello, Sergio León, Barragán, Camarasa…
Setién, al que se le firmó un contrato por tres temporadas, prometió valentía y diversión. Su currículum en Lugo y Las Palmas confirmaba esa audacia táctica que coloreaba su discurso, pero también advertía sobre la efervescencia de sus equipos, marcados por su arrancada de caballo y parada de burro. El Betis no se ha salido del guión. Un inicio que desató la algarabía de la afición, especialmente tras las victorias ante el Milán en pretemporada y en el Bernabéu en Liga. Triunfos en templos de Europa que incendiaron a la inflamable parroquia verdiblanca. Sin embargo, pasado el primer cuarto de campeonato, el Betis se ha desfondado, especialmente en defensa. Al equipo de Setién se le ven las costuras.
Desde el 1 de octubre el Betis ha jugado seis partidos, ganado uno, empatado dos y perdidos tres. Y lo más preocupante, ha encajado 18 goles. Cuatro en San Sebastián, seis en Heliópolis ante el Valencia, cinco en Éibar… Es difícil ganar un partido cuando te meten tres goles de media. El Betis es el segundo equipo más goleado de la Liga por detrás de Las Palmas. La UD que dejó Setién malherida con su salida.
El Betis es noveno, con los mismos partidos ganados que perdidos. Pero esa posición no refleja la realidad del equipo. Desde el banquillo no hay soluciones que corrijan los planteamientos con un plan B, especialmente lejos de casa (1 triunfo y 15 goles en contra). Y peor aún es la complacencia de Setién en la sala de prensa, donde ha llegado a afirmar que prefiere perder siendo goleado que empatar reculando en su área para defenderse.
Morir de éxito cuando no has llegado a mitad de Liga es un pecado grave. Morir de éxito en un equipo sin grandes expectativas más allá de vivir tranquilo y divertir a su castigada afición es imperdonable. El beticismo le compró la coartada de morir de pie en el inicio, pero hoy pierde la paciencia con la misma velocidad con la que su equipo encaja los goles.
Jugar bien al fútbol no es meter muchos goles. En el más optimista de los escenarios es «meter un gol más que el contrario», como defendía Cruyff. Pero incluir en la misma frase a Cruyff y al Betis es un despropósito si no una obscenidad. Los rivales ya conocen las carencias verdiblancas, la prueba es que cada vez que se mide a un rival que propone un 4-4-2, este le genera inferioridad en la medular y el Betis termina sucumbiendo.
Setién es valiente, pero de valientes está lleno el cementerio. Resulta paradójico que un entrenador que presume de jugar bien y salir a ganar siempre no viva apaciblemente en un hábitat en el que la afición enarbola el «manque pierda» llenando el campo cada dos semanas. El problema es que la valentía de Setién ha resultado ser suicida y el «manque pierda» va camino de convertirse en «manque nos goleen». Y eso no hace tanta gracia al beticismo. Defienda a los que atacan señor Setién, pero a los que atacan del equipo contrario…
Posdata: Y del Betis de baloncesto ni hablamos (0 victorias en 9 partidos…).
No puedo estar más en desacuerdo con la opinión del artículo. Si bien la misma tiene todo el respeto como cualquier opinión..la suya, la mía, la de cualquiera…todas las opiniones son válidas y respetables, faltaría más…pero me parece ciertamente injusta, bastante subjetiva hacia un entrenador (por la misma valentía a otros entrenadores como Jémez se les encumbró y hasta sonaron para la selección, y por los reproches del artículo pareciese que Setién hasta hubiera matado a alguien), y sobre todo muy ventajista. Creo que para hacer este tipo de valoraciones habría que esperar hasta el final del campeonato, y no esperar a hacerlo justo en una mala racha que puede logicamente revertirse. Y de todos modos, sin querer faltar al respeto a un clásico como es el Betis, hoy en día es un equipo venido a menos y para volver a ser lo que fue, tiene que ir paso a paso,y creo que el buen camino es intentar buscar este futbol y jugar de tú a tú a cualquier equipo, que no jugar a encerrarse atrás 90 minutos con 10 jugadores y esperar que no te abran la lata, y que uno de los pelotazos a la desesperada despejando enlace con el único jugador adelantado y este logre con suerte marcar un gol salvador…
Ejemplos de equipos pequeños o a medio hacer y que logren un buen campeonato jugando a defender sólo,los puedes contar con los dedos de la mano y te sobran dedos.. Ahora mismo en los últimos 10 años solo recuerdo al Levante de hace 8 temporadas. Los demás o se han hundido, o si se han salvado ha sido por ser los menos malos de todos los equipos malos, no por meritos propios. En cambio, y hablando con el conocimiento de causa que me da ser hincha desde hace 38 años de un equipo humilde como el Rayo, a la larga da mejor resultado el equipo que quiere jugar, que el que se encierra..porque si, los 10 de arriba te van a meter 5 goles, pero a los otros 9 de abajo que no saben jugar a nada, solo a defender, o les vas a abrir la lata tú también, o si te intentan jugar de tú a tú, entre equipos pequeños va a ganar el que sabe jugar y no solo defender. Hay más posibilidades de hacer un buen campeonato jugando con valentía, que poniendo autobuses. Y , si a pesar de ello se baja, prefiero bajar habiendo visto a mi equipo intentar jugar y hacer buen futbol, que ver 38 jornadas de estar encerrados en el área.
Y todo lo demás, opiniones válidas,lógicamente. Pero el tipo de opinión que refleja el artículo es el mismo tipo del que a las 10 jornadas destituye a un entrenador si no van las cosas geniales, y se acaba descendiendo igual, cuando manteniendo al mismo puede que se hubiera enderezado la situación, porque pese a quien le pese, la liga es una carrera de fondo, y no una por etapas al sprint