Hay futbolistas que tienen la capacidad de hacer con los pies cosas que la mayoría sólo podemos imaginar en nuestra cabeza. Incluso en ocasiones, ni nos alcanza nuestra cabeza para imaginar lo que son capaces de inventar. Pinceladas de arte con una pelota y unas botas como instrumental.
Y hay otros futbolistas que hacen con los pies lo que deberían hacer con la cabeza. En lugar de pensar con la cabeza, actúan con los pies. Y tener la cabeza en los pies no suele traer buenas consecuencias.
Se dice que con los pies fríos no se piensa bien, pero peor es tener la cabeza del revés y alborotada, con las neuronas rebotando en el cerebro sin saber qué hacer.
Y en ese grupo de gente con ideas confusas, incapaz de mantener el pulso bajo en momentos de tensión está Patrice Evra.
El lateral todavía del Marsella, no sabemos por cuánto tiempo más, respondió a las provocaciones de sus propias hinchas en Guimaraes, donde iban a jugar ante el Vitoria en la Europa League, y a un insulto, o quizá a muchos, ‘contestó’ con una patada.
Era el calentamiento del partido y cuando más templados debía tener los ánimos, más caliente estaba Evra. La respuesta a ese aficionado, quien probablemente también tendría la cabeza despistada, puede acabar con Evra despedido del Marsella y con una dura sanción de la UEFA.
A sus 36 años, el tiempo para jugar en la élite quizá se le haya acabado. Aunque también parecía que tras el Mundial 2010 se había terminado su trayectoria en la selección francesa y volvió a jugar con los bleus años después. En Sudáfrica era el capitán y lideró un motín de los jugadores como protesta porque Nicolas Anelka fuera apartado del grupo por llamar «sucio hijo de puta» al seleccionador Raymond Domenech. Para completar su actuación en el Mundial, Evra protagonizó un enfrentamiento con el preparador físico, Robert Duverne, durante un entrenamiento, sobre el césped y a la vista de los aficionados.
La acción de Evra recordó a la de Eric Cantona en 1995, cuando golpeó a un hincha del Crystal Palace. El entonces jugador del Manchester United fue condenado a dos semanas de cárcel, pena reducida posteriormente a 120 horas de servicios sociales. Además, fue suspendido siete meses por la Football Association.
La otra variante es agredir a un aficionado en el mismo terreno de juego. En diciembre de 2011, el portero costarricense Esteban Alvarado, del AZ holandés, pateó a un hincha que había saltado al césped del Ámsterdam Arena para agredirle durante un partido de Copa ante el Ajax. Alvarado fue expulsado y su entrenador, Gert Jan Verbeek, decidió, como protesta, retirar al equipo. El árbitro, Bas Nijhuis, suspendió el partido.