Alberto Contador participó en los desayunos de Europa Press, acto en el que analizó la actualidad del ciclismo e hizo un repaso a su carrera tras colgar la bicicleta. El ciclista compareció con unas molestias en su brazo derecho, herida de guerra de una antigua caída.
El de Pinto confesó que «en la última Vuelta perdí las opciones el tercer día en Andorra. Sin embargo, ese hecho me permitió correr a mi manera, sin calculadora, y atacar en puertos sin importancia. Tuvo un valor superior porque la gente disfrutó con la Vuelta. Muchos aficionados se me acercan para decirme que lloraron el día del Angliru, y eso me emociona y enorgullece”. Contador ve el ciclismo actual como un deporte “cada vez más controlado y es más matemático”.
Preguntado por el futuro del ciclismo español no dudo en calificar a «Enric Mas como una de las perlas de ciclismo español”. Para después referirse a Mikel Landa como un ciclista «muy fuerte, tiene mucha clase y habrá que esperar para ver cómo encaja en Movistar. En el equipo hay más lideres como Quintana y Valverde y los directores tienen que gestionar esos campeones».
Ganador de dos Tours, dos Giros y tres Vueltas, cree que «Froome está capacitado para ganar el Giro y el Tour de Francia. Es lógico que afronte ambos porque es un gran corredor y tiene un gran equipo. El Giro es una carrera diferente, el clima influye mucho, más que en el Tour y la Vuelta, pero le veo capacitado para ganar el Giro ¿El mejor de la historia?. Es muy difícil superar a un mito como Merckx”.
Finalmente habló de la sombra del dopaje. Comenzó autocalificándose como el «ciclista más controlado del mundo» y se refirió al dopaje mecánico, del que dijo «no creo en el uso del motor en las carreras de máximo nivel, no se me pasa por la cabeza. Si hubiera visto eso me hubiera quedado en casa”. Se despidió revelando que no le gustaría que su hijo fuese ciclista, pero sí que lo educaría en los valores del deporte y el ciclismo.