Puestos a etiquetar podríamos decir que Camellos es una banda de Punk, de Rock o de Indie Garajero. O que suenan como Los Nikis, Siniestro Total, Wire o The Clash (estos dos últimos, claras referencias para el grupo). Pero son algo más. Y son necesarios. Por sonido, por contenido, y por sentido del humor.
El cuarteto madrileño, del barrio de Embajadores, propone postales surrealistas, aunque rebosantes de descarnada realidad, en las que el éxito, internet, el paro, el trabajo, el dinero, las drogas, los becarios, la amistad, la familia o los ejecutivos deambulan sin protección, expuestos a la afiladísima lengua de La Kunda del sonido que forman Frankie y Fer, voces y guitarras, Jorge, a la batería, y Tommy, de Kansas City, al bajo: “Nos gusta que la gente interprete nuestras canciones como quiera, aunque entienda cosas que no pretendíamos expresar o crea que cuentan historias diferentes a las que contamos en realidad. Y si las imágenes que intentamos proyectar son abstractas, no demasiado claras, pues mejor. Siempre tratamos de dejar una puerta abierta, tratamos de no ser demasiado literales. Alguien nos dijo una vez que decíamos tantas cosas locas que creábamos una especie de sitio nuevo, un contexto nuevo que de pronto cobra vida, como si fuera una novela”.
– La Duquesa de Alba, a las cinco a currar se levanta.
– Esta fue una de las primeras canciones que hicimos. Escuchamos a alguien de la Casa de Alba decir en un reportaje de televisión que costaba mucho trabajo llevar todo ese volumen de negocio, que se levantaban a las cinco de la mañana para trabajar. Era el colmo, era como reírse en tu cara. Hicimos la canción y a las dos semanas la palmó la Duquesa.
– Estudiar me parte el día y mi jefe imaginario tiene LinkedIn.
– Todos hemos pasado, en mayor o menor medida, por ese tipo de trabajo precario que tratas de compaginar con los estudios. Tienes un trabajo de mierda, con un salario de mierda, pero ese curro termina por ocuparlo todo y te absorbe; se supone que lo importante es tu formación, pero con esa mentalidad que tenemos, con esa obligación de producir, al final lo que te parte el día son los estudios, no el trabajo. Es muy surrealista que todo el mundo tenga que ser emprendedor, que tenga que trabajar a tope, cuando al final, te estás esclavizando a ti mismo.
Sobre LinkedIn, algún miembro del grupo confiesa que entró en esa red pensando que era como Badoo.
– Cenando lo pasamos fenomenal, quemarse ya no era tan genial.
– Hay veces que sales a cenar con un grupo de colegas y siempre hay alguien que no para de decir tonterías. Y te callas, y te callas hasta que dices, bueno, esto solo puede terminar si me prendo fuego a lo bonzo.
– Jumanji, Steve Jobs, Comic Sans. Ejecutivo estresado, te va a dar un Marichalazo, verás las flores crecer desde abajo.
– La letra surge porque Fer vio en Oviedo a un tipo con traje durmiendo en un parque, y el amigo con el que iba dijo: “Déjale, es un ejecutivo estresado”. Tratamos de utilizar un contexto, usar una paleta de imágenes y de palabras que estén relacionadas de alguna manera. Lo de Comic Sans nos hace gracia porque es una tipografía muy cutre, una aberración, pero antes, cuando teníamos más tiempo, hacíamos un fanzine que repartíamos en todos los conciertos y lo imprimíamos en Comic Sans.
– Si no tienes una finca, será porque no la mereces. En mi colegio de pago, no conocen estrecheces.
– El sistema nos dice habitualmente que si no eres millonario es porque no lo has intentado de verdad ¿Qué clase de gilipollez es esta? Porque a lo mejor vienes de familia rica, o has tenido circunstancias que te han favorecido o simplemente eres un cabrón sin escrúpulos que ha sido capaz de hacer cualquier cosa para ser rico. Hemos tenido gente a nuestro alrededor, en la Universidad, que han tenido beca y no la necesitaban para nada. Se supone que la beca es una ayuda para gente que no puede pagarse la Universidad. Hay compañeros a los que preguntas, ¿pero qué coño haces tú pidiendo una beca? Pues te cabreas.
– Gracias Instagram, pero el Tinder me da más.
– Hemos pasado por Instagram y por Tinder y suscribimos completamente. Es un retrato de ahora mismo, y no solo de nuestra generación; Tinder e Instagram lo utilizan gente de todas las edades, con 12 o con 50. Y sí, Instagram está bien, se puede ligar y tal, pero Tinder nos da más, sin duda.
– Coger un hacha y limpiar…Internet
– Sí, sin tapujos, lo firmamos. Y todos somos parte del problema: Sueltas tu mierda, das tu opinión y te crees que eres el rey del mambo. Internet es una verdadera cloaca si no lo usas con cabeza. Sí, hay muchas posibilidades, pero el precio que hay que pagar a veces es muy alto.
– Jugar a la ruleta por lo que pueda pasar
– La letra la hicimos un rato antes de grabarla y queríamos perfilar tres personajes, que nos parecían tres fracasados perfectos, gente que parece normal y en verdad tiene un montón de problemas. Ludópatas o gente que presume de ser tan, tan trabajadora que se tiene que empastillar.
– Yo soy más de Adidas, que son tres filas seguidas. Me voy a la Wurli, me meto al baño a enfilarme
– El consumo de drogas no se reduce únicamente al mundo la música. Todo el mundo se mete, conductores, fontaneros, profesores, lo vemos todos los días en las noticias. Podemos hablar sobre el tema y respetarlo, pero lo que nos parece mal es la apología que se hace de las drogas, como si fuera algo necesario, algo de puta madre. Y no lo es. Puedes caer en la mierda fácilmente. Te encuentras con gente, que no son ni mucho menos estrellas del Rock, que es adicta a las drogas y no tiene precisamente sueldazos. Los músicos ricos al menos se pueden desintoxicar.
– Y para terminar, ¿proponéis algún himno alternativo para el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid?
– Gold, de Spandau Ballet, sería un gran himno para el Madrid. Para el Barça, Deporte en Vano, de Medalla, que son de Barcelona, y para el Atleti, y que nos perdonen sus fans, Help, de los Beatles.