El Atlético se enfrentaba en el Ciutat de Valencia a un equipo construido a su imagen y semejanza: defensa áspera y orden en el despliegue. A priori. Pero ocurrió lo inesperado, los locales fallaron en defensa, y los de Simeone volvieron a lucir colmillo. Cada error, unos más groseros que otros, eran penalizados severamente por los rojiblancos.

Simeone realizó un movimiento táctico, en realidad balsámico, que liberó a Griezmann de la presión. Corría el minuto 4 cuando el central local Pier, en su intento de despejar, adelantaba el Atlético. El Atlético, que venía de apechugar ante la Roma en el Wanda, se situaba en una disposición cómoda. A nadar y guardar la ropa. Puro cholismo. En el minuto 28 una jugada iniciada por Koke dejaba a Gameiro ante una pelota muerta que mandaba a la red tras otro error flagrante de la zaga local.

Los de Simeone comenzaban a recuperar viejas sensaciones. Error rival, gol colchonero. Y eso, a este Atlético que anda recuperando la autoestima le viene genial. Con 0-2 se fueron al descanso, donde el Cholo les dibujó el partido más atlético posible. Atrás, a esperar y rentabilizar los espacios. La segunda parte resucitó al Atlético más canalla, ese que se embosca y clava el cuchillo al rival cada vez que descuida su retaguardia.

En diez minutos los rojiblancos convirtieron una victoria cómoda en una goleada revitalizadora. Gameiro, en el 58, y Griezmann (64′ y 67′) confirmaron que El Principito está mucho más cómodo por detrás de la línea de delanteros. Aparece entre líneas, filtra pases y llega desde la segunda línea sin presión, como si la cosa no fuese con él.

El Atlético comienza a parecerse al que siempre fue. Áspero atrás, vertical en el medio e implacable arriba. Puro cholismo. El Levante pagó cada duda, cada error y cada mala decisión. Y con Gameiro y Griezmann (tres goles cada uno en dos partidos) afinando el punto de mira, lo que más gusta a Simeone es ver lo que viene: Costa y Vitolo. El primero para acabar de desengachar a un Griezmann rehabilitado y a un Correa efervescente. EL segundo para afilar una banda y sumar un recurso más. Ganó el Atlético. Sonrió Simeone. Este Atlético comienza a parecerse al Atlético más cholista.

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