Mi amigo Richy Castellanos es un fenómeno. Controla a todas las estrellas terrenales… y casi diría que también a las del firmamento. Tiene un pequeño defecto: duerme poco y vive mucho que, pensándolo bien, también es una virtud.
El caso es que el bueno de Richy me llamó alrededor de las 02:00 de la madrugada del martes. Naturalmente, no le cogí el teléfono. Pero por la mañana tenía un mensaje de voz que decía algo así como: «Jesús, mañana voy a llevar a Garbiñe Muguruza a grabar un sketch con José Mota para el especial de Nochevieja. Me gustaría que vinieras para darlo en exclusiva para TVE…».
Como periodista deportivo conozco perfectamente a Garbiñe Muguruza, claro. Pero la verdad es que nunca había tenido la ocasión de coincidir con ella en ningún torneo o fiesta de guardar… Así es que sin pensármelo dos veces llamé inmediatamente a la redacción de deportes de TVE para que mandaran una cámara con un redactor al Fitness Center de Pozuelo, en Madrid, donde iba a tener lugar la grabación. El mismo Richy me había telefoneado minutos antes desde el coche donde viaja con la propia Garbiñe y su asistente personal para pasarme al teléfono a la excelente jugadora de tenis hispano-venezolana y ratificarme su disposición a realizar el reportaje para los Telediarios…Y allí me presenté no sin cierta curiosidad por descubrir qué faceta se escondía detrás de la ganadora este año del Roland Garros y hasta hace pocas fechas jugadora número uno del mundo.
La primera sorpresa que me llevé fue que al frente de ese Fitness Center de Pozuelo se encontraba mi amigo Pepe López Maeso, extenista profesional, que se puso a mi disposición para llevarme al lugar exacto donde José Mota y Garbiñe ya habían comenzado a realizar la grabación del sketch para el programa. La segunda fue que en un receso de dicha grabación, Garbiñe me descubrió entre los espectadores y enseguida vino hacia mí para saludarme muy atenta y cordial. Ante mi cara de sorpresa rápidamente me dijo:»¡Te veo en los Telediarios. Me los pasa Cecilia!». Cecilia es su asistente personal, la mujer que le acompaña en la mayoría de los torneos europeos y se ocupa de todo lo que pueda necesitar.
A partir de ahí tengo que reconocer que Garbiñe me ganó para la causa… No esperaba sinceramente que una persona tan metida siempre en compromisos deportivos y de los otros se mostrará tan afable y dispuesta a que, además de lo de Mota, pudiéramos realizar el reportaje sobre su presencia en Madrid y su cameo en el programa del famoso humorista manchego.
Josué Elena, mi compañero de la redacción de deportes, fue el encargado de realizar la información para los telediarios. Con su habitual habilidad realizó un gran trabajo, aunque en honor a la verdad hay que reconocer que tanto Garbiñe Muguruza como José Mota facilitaron mucho la labor. A Mota no le vamos a descubrir ahora, claro, pero lo sorprendente fue la predisposición de Garbiñe y lo integrada que estuvo en su papel en el programa. Entre toma va y plano viene tuve la ocasión de dialogar un poco con la protagonista de esta historia. Me explicó que su vida transcurre entre Suiza y EEUU por motivos de trabajo y que entre sus objetivos para el 2018 ya cercano, estaba el de recuperar el Nº 1 del mundo, que se le había escapado por apenas 40 puntos en este final de temporada. A sus 24 años recién cumplidos, Garbiñe atesora ya dos torneos de Grand Slam a sus espaldas como son Wimbledon y Roland Garros, pero estoy seguro de que con sus condiciones físicas y un poquito de constancia nos dará muchas más satisfacciones a lo largo de su carrera.
Tengo que reconocer que ha sido una delicia conocerla personalmente, pero no solo por el halo mágico que siempre acompaña a l@s grandes campeonas, sino por su sencillez y simpatía más allá de los terrenos deportivos que tan bien domina. Hemos quedado que la iré a ver al Masters 1000 de Madrid del próximo mes de mayo, a ver si conseguimos que pase de la segunda ronda donde siempre ha caído hasta ahora. Mientras tanto me quedo con la imagen de una Garbiñe alta, que lo es, guapa, que salta a la vista, y simpática como he tenido la oportunidad de descubrir en este encuentro inesperado.
Este año ha ganado Wimbledon, no Roland Garros que fue el año pasado, habría que corregirlo
Por lo demás buen articulo