Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo, Campeonatos de Europa, lucha por ser el mejor, el mejor equipo, dejar a tu país y a lo que representas lo más arriba posible… ¿Cómo se logra ésto? No es nada sencillo. La base es la búsqueda de talento, instalaciones, tiempo, dedicación y, sobre todo dinero. Y todas estas premisas no te garantiza ganar, ni siquiera estar entre los 10 mejores.
¿Cómo se busca el talento?
Antiguamente (y no hablo de hace tanto años), el deporte escolar era un auténtico vivero de deportistas en el que tanto clubes como federaciones hacían un seguimiento extenso. Actualmente son los propios clubes los que se encargan de filtrar a los chavales que les llegan y entrenarlos en los diferentes deportes. Depende del deporte que sea, si el chaval tiene buena marca, puede ser becado para dedicarse exhaustivamente a su especialidad. Estoy pensando en atletismo, las diferentes modalidades de gimnasia o natación, por poner un ejemplo.
Aquí ya entran las instalaciones o lo que se denominan Centros de Alto Rendimiento. Las largas y agotadoras horas de entrenamiento han de compaginarse con los estudios. Además de retribuir al deportista para que la práctica exclusiva e intensa de entrenos, competiciones, concentraciones y viajes le salgan a cuenta y pueda despreocuparse durante sus años de fortaleza física de otros asuntos logísticos.
¿Qué rodea al deportista?
Sobre todo personas de su confianza. Su entrenador es el encargado de su mejora planificando entrenamientos, tanto en intensidad como frecuencia, ya se a través de un calendario de competiciones o unos objetivos. Es básico para tener al alcance la posibilidad, disponer del material necesario, la iniciativa, la paciencia, la constancia y el método para entrenar duro. Forzar al máximo el cuerpo del deportista, pero a la vez mimarlo. Y, sobre todo, tener fe uno en el otro. Un buen entrenador cuesta dinero, pero los resultados que genera son increíbles.
Un deportista debe tener detrás un seguimiento médico no correcto, excepcional. Como si de unos mecánicos de F1 se tratara. Revisiones, dietas, fisioterapeutas que le traten, que le eviten lesiones e incluso le recuperen de las pequeñas lesiones que se producen. Seamos realistas, deporte de élite y dolor van sujetos de la mano.
Quiero evitar hablar aquí de las posibles trampas y “ayudas farmacológicas”. Haberlas haylas. Si en el Rock’n Roll existió aquello del ‘Sex, Drugs & Rock’ n Roll’, en ciertas etapas del deporte y especialmente en muchos momentos de los países del Este, aquello era Sex, Anabolyzers & Sport. Pero eso da para otro escrito divertido.
Como podéis comprobar, todo es dinero. Un campeón, o como mínimo “construir” un deportista que presente batalla internacional, no sale de la nada. Detrás de un campeón hay mucha gente, muchas horas, y sobre todo mucha pasta.
Una alegría volver a saber de tí. Me firmaste un autógrafo con Juanan Morales a finales de los 80 en Cuenca, cuando el Torneo San Julián lo jugaban Estudiantes, Joventud, Forum y Cai. Yo tenía 11 años y aquello era una gozada.
Muchas gracias Pedro!
No ha llovido casi!