Estamos ante una nueva temporada. Apenas llevamos tres meses de Liga y la Champions y la Copa del Rey están en sus comienzos. Sin embargo el rendimiento “físico” de los dos mejores jugadores del mundo es totalmente distinto.Un Messi pletórico con una capacidad de liderazgo renovada y un Cristiano dubitativo, incómodo y permanentemente malhumorado. La pregunta es obvia. ¿Por que esa diferencia? La respuesta está no en lo que les une sino en lo que les “separa”
Les une sus “magníficas” condiciones físicas. Son veloces, son potentes, coordinados y hay que añadir que técnicamente son casi perfectos. ¿Y que les separa? La “inteligencia para entender el juego. Esa es la diferencia. Messi sabe descansar durante el juego.De hecho es el jugador que más camina del mundo durante los partidos. Encuentra espacios en el césped para dosificarse y para ayudar a sus compañeros. Baja a medio campo. cae a banda y asiste a sus compañeros con desplazamientos de balón de 30 y 40 metros que son elementos tácticos, pero Messi los utiliza para recuperarse. También mide mucho sus esfuerzos, que pocas veces superan los cuatro segundos, y las distancias, que apenas superan los 10-12 metros.
Para Cristiano el juego es la búsqueda constante del gol. El fin máximo del fútbol. Que duda cabe. Pero Cristiano equivoca el camino esclavo de su obsesión por conseguirlo.No sabe o no quiere dosificarse. Y esta generosidad en distancias recorridas más largas y en esfuerzos más continuos hipotecan su recuperación. Hay momentos que “desaparece” por falta de energía.
Veremos al final qué estrategia triunfa. Lo que está claro es que por ahora el argentino lleva ventaja.