La vida, como el deporte, son estados de ánimo. Ciclos indescifrables que conllevan gloria, fracaso, alegría o pena a partes iguales y que nos dejan páginas para la historia. Personal o global. Y precisamente eso es lo que han demostrado Gemma Triay y Lucía Sainz en el Open de Zaragoza al imponerse en la final a Patty Llaguno y Eli Amatriaín por 6-4, 3-6 y 7-5.
Un segundo título consecutivo para la pareja NOX Pádel, tras el logrado en Granada, que confirma su estado de forma. La resolución final a un juego con muchos alicientes que no acaba de encontrar un porqué. El porqué de su unión. El motivo de su apuesta. La solución al enigma.
Unas Gemma y Lucía que han vivido a la sombra de las parejas ‘top’ del Circuito los últimos años y se tuvieron que consolar con estar ahí, entre las grandes. A expensas de lo que pudiera suceder sin escatimar un gramo de esfuerzo en pos de la gloria. Esa gloria que tantas veces se escapó y que han logrado con brillo dos veces en apenas 15 días.
Una pareja que llegó a la final sin ceder un set y lució su vitola de pareja en forma en semifinales. Y ante Marta Marrero y Cata Tenorio. Casi nada. Una dupla que dominó la escena final de Zaragoza incluso cuando más posibilidades parecían tener las sempiternas Llaguno y Amatriaín.
Porque ya no conceden. Les bastó un ‘break’ en el primer set para sumar al marcador el primer parcial. Con un juego más ofensivo que alegre maquillaron con remates sus quizá excesivos errores no forzados. Pero les bastó. La contundencia de este pádel femenino tan agradecido para el espectador da más que quita.
No se iban a rendir Llaguno y Amatriían. No así. No a las primeras de cambio. Descerrajaban tiros imposibles para contestar al vendaval que proponían Sainz y Triay. Lucían guante de seda cuando enfrente sonaban las escopetas. Exploraban los exteriores de la pista cuantas veces fuera necesario en busca de los remates de Gemma. Jugaban a la reja para contestar con sutileza a la convicción de sus rivales. Proponían y por eso iban a tener premio.
Lograron hacer dudar a Gemma y Lucia rompiendo el saque de la primera en el cuarto juego de la segunda manga. No sería efímero ya que hicieron dudar a las que parece que ahora ya no dudan y suyo fue el segundo set por un incontestable 3-6.
Pero era el día de la pareja tres del World Padel Tour. Nada ni nadie iba a frenar su camino al segundo título del World Padel Tour consecutivo. Cambiaron de nuevo la dinámica, recuperaron el tono del primer parcial, especialmente una Gemma soberbia, y se hicieron con la tercera manga por 7-5 para lograr su segundo torneo para demostrar que llegan a Bilbao y lo que es más importante, al Master Final, en el mejor de los estados.