La ausencia de la tecnología y hasta de los jueces de gol en el Mundial sub-17 que se está disputando en la India ha dejado en evidencia a la FIFA, la misma que tanto se ha implicado en la imposición del VAR en todas las competiciones.
La polémica llegó en el minuto 60 de la semifinal entre Malí y España con el equipo de Santi Denia arriba en el marcador por 0-2. En ese momento, un disparo desde 30 metros de Doucuuré pegó en el larguero y el balón se introdujo más de medio metro en la portería de Álvaro, pero ni el colegiado japonés Ryuji Sato ni su asistente dieron validez al tanto.
La falta de tecnología (VAR, ojo de halcón) impidió la revisión de la jugada, pero la evidencia de las imágenes llegó de inmediato al banquillo malí, que protestó sin descanso durante varios minutos al japonés, que incluso mostró una tarjeta amarilla a un miembro de la banqueta africana.
Después de haber probado en numerosos torneos de categorías inferiores de cara a implantarlo definitivamente en el próximo Mundial de Rusia, la FIFA no lo impuso en este Mundial sub-17. También varias Ligas disponen ya de distintas tecnologías para evitar los goles fantasmas. Portugal utiliza desde hace dos temporadas el llamado ‘chip del balón’, el cual alerta cuando ha rebasado completamente la línea de gol, mientras que Italia ha incorporado el VAR este verano.