Hasta qué punto es importante la marca? ¿Qué estoy haciendo por mi marca? Estas son algunas preguntas que muchos de los empresarios de este país, gestores de pequeñas pymes o simples autónomos de pequeños negocios se deberían hacer, aunque muchos de ellos son más o menos conscientes de que la marca es algo imprescindible en sus negocios. ¿En cuántos consejos de administración se habla regularmente de la salud de la misma? ¿Nos sentamos y evaluamos cuál es su estado? ¿Nos preocupamos en el caso de los pequeños negocios si se habla bien de nosotros en el barrio? ¿Tenemos una buena o mala reputación?
Nos deberíamos preguntar qué cosas hacemos en nuestra vida normal, que creemos importantes, y no hacemos o no consideramos importantes en nuestras empresas. Por ejemplo, ¿cuidamos las maneras al acercarnos a alguien cuando queremos pedir algo? ¿O cuándo queremos buscar pareja? En cada caso buscamos destacar, gustar, hacer más visibles las cualidades que consideramos nuestro fuerte. Es de sentido común, ¿no?
La marca no es algo menor; es un activo extremadamente importante en cualquier tipo de negocio, sea una gran multinacional o un pequeña tienda de barrio. Es imprescindible tener una marca relevante y de prestigio, es clave en la toma de decisión de compra por parte de los clientes.
La sociedad está cambiando y nos encontramos ante un nuevo consumidor que tiene una forma diferente de relacionarse con las marcas. Es gente que sabe lo que quiere, que es extremadamente exigente y que busca, compara y analiza las opciones de compra de productos de calidad a un precio competitivo. Ahora el consumidor es el dueño de las marcas; son y se sienten importantes, tienen el poder… Y lo saben.
Por esta razón, es clave establecer relaciones emocionales entre marcas y consumidor a través de las pasiones y los contenidos relevantes. Es en ese punto donde el deporte y el entretenimiento confluyen con el patrocinio.
Esta herramienta de comunicación cobra una especial relevancia en los departamentos de marketing de las empresas, ya que, sin duda, supone una excelente oportunidad para una marca y, bien utilizada, ayuda a conseguir grandes resultados en términos de imagen y reputación y, por supuesto, también de ventas. Que se lo digan a Nike que, según la revista Forbes, es la marca más valiosa del mundo del deporte con una política de patrocinios inmensa que el año pasado le llevó a registrar unas ventas cercanas a los 37.000 millones de dólares, una salvajada de negocio extraordinariamente rentable.
Las empresas gastan cientos de millones en relacionarse con deportistas, clubes deportivos, federaciones deportivas o grandes eventos. ¿Es normal que el PSG pagara 222 millones de euros por Neymar? ¿Es posible rentabilizar los 100 millones que pagará Adidas por vestir al Real Madrid? ¿Por qué los equipos de la NBA empiezan a llevar publicidad en sus camisetas? ¿Tiene sentido un equipo de Formula 1 como el Red Bull Racing? ¿Es lógico pagar cinco millones de dólares por 30 segundos de publicidad en la Super Bowl?
Estas son algunas de las muchas preguntas a las que en ALACONTRA.ES intentaremos dar respuesta, profundizando, analizando y aprendiendo. Viendo el deporte y el entretenimiento desde otra perspectiva… la de la empresa y sus negocios.
Enhorabuena por el artículo y la página. Ya tenéis un seguidor más!!! Suerte!!!
Me parece una gran idea dar espacio a estos contenidos con firmas como la de Paco Cabrero. Enhorabuena y adelante!