Decía Woody Allen: “En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones”. También hace poco oí a una persona algo así como “en España el 80% de las decisiones del hogar las toma las mujeres, y el otro 20% el hombre…, siempre y cuando sus mujeres les dejen”. No sé si esto será real, permítanme creer que no. Seré de otra generación, pero percibo que en las nuevas generaciones, sin duda, más inteligentes y civilizadas, las decisiones se toman al 50%, balanceando la decisión final hacia un lado u otro por igual.
Esto me lleva a preguntarme, el porqué a lo largo de todos estos años, si la mujer se supone es la que toma las grandes decisiones respecto a lo que compramos, ¿por qué las marcas no hemos estado más pendiente de ellas en lo que respecta al deporte?
El deporte femenino no ha estado bien cuidado por las marcas, es una realidad que cuesta entender y debemos cambiar. Hemos tenido en España grandes mujeres deportistas Arantxa Sánchez-Vicario, Conchita Martínez, Blanca Fernández Ochoa, Amaya Valdemoro, Jennifer Pareja y un largo etcétera.
Mujeres que en deportes individuales o colectivos han sido grandes ejemplos de esfuerzo, competitividad, superación personal y constancia. Valores que para una marca son muy necesarios de trabajar y se transmiten con toda su plenitud a través del deporte.
Hoy el deporte femenino vive una época dorada, las Mireia Belmonte, Garbiñe Muguruza, Ruth Beitia, Carolina Marín, Vero Boquete, Gisela Pulido, las selecciones de baloncesto, de fútbol, las guerras del balonmano y otros muchos ejemplos son sinónimo de éxito y orgullo del deporte español.
Creo que hay una gran oportunidad para las marcas. El deporte femenino crece en todos los sentidos, éxitos, audiencias y seguimiento. Tiene un futuro esperanzador, iniciativas de apoyo promovidas por el CSD como Universo Mujer son todo un éxito y ayudan a que la evolución del deporte femenino y su acercamiento a la sociedad y a las marcas, sea cada vez más importante y rentable.
Una buena muestra de una marca que ha sabido entender esta oportunidad es Iberdrola, su apoyo al deporte femenino es extraordinario. Son coherentes y consistentes en su estrategia de marca, involucrándose en el proyecto a medio/largo plazo, cuidando los detalles del día a día y demostrando que existen otras vías a la hora de buscar patrocinios.
El patrocinio debe ayudar a emocionar, y de eso las mujeres saben mucho. Trabajemos y busquemos oportunidades, que las hay… y muchas.
El patrocinio nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos y, bien utilizado, nos permite impactar e interesar. Me extrañaría que las marcas no se dejaran impactar e interesar por el deporte femenino en el futuro. Como decía Benjamin Franklin: “Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer”.
De acuerdo con Paco 100%… Añadiría al debate que para la incorporación de la mujer como «público activo» del patrocinio hace falta (por lo menos) dos cosas:
1) un duro trabajo de concienciación en la continuidad de la práctica deportiva (que ellas no la abandonen precozmente) y (esto que viene a continuación se lo propongo a la gente de alacontra…)
2) Mejora de la oferta: se les debe ofrecer información/contenidos deportivos relevantes, se las debe escuchar y conocer qué es lo que quieren; si los medios y el sector del deporte-entretenimiento no les da a ellas lo que demandan, no serán nunca «público activo», seguirán siendo público pasivo o de socialización de contenidos (lo de ver el fútbol, la F1 o las motos en familia, que se lleva mucho a la hora de considerar un deporte como más o menos femenino…).
No sé que opinaréis los otros lectores de D. Paco…Vienen años interesantísimos para el binomio patrocinio-mujer!!