sábado, mayo 24, 2025
Google search engine
InicioFútbolMundial Rusia 2018El bucle premundialista de Leo Messi

El bucle premundialista de Leo Messi

La imagen tiene la factura clásica del fútbol argentino: “Vení, vení / cantá conmigo / que un amigo vas a encontrar / que de la mano / de Leo Messi / todos la vuelta vamos a dar”, cantan agitando sus camisetas un grupo de jóvenes jugadores en un vestuario, algunos subidos a un banco, otros en calzoncillos. Todos, a la par, cantándole al ídolo. Y el ídolo es el capitán de su selección, que acaba de hacer un partido expresionista, exagerado en la altura de Quito, para clasificar a Argentina de manera agónica para el Mundial de Rusia y añadir una muesca más a su palmarés.

Hay hinchas que, ante el agotamiento de adjetivos, tuitean poéticamente: “Quitame el sol de la bandera argentina y poneme la cara de Messi”. Pero existe la contraparte, el otro lado. Aquellos que ya habían embarrancado a esta selección argentina y que enderezaron el gesto tras la actuación del rosarino, tantas veces cuestionado antes, muchas menos ahora, por la hinchada más numerosa de Argentina, la más desapegada y a la vez (o por eso mismo) la más cruel: quien exige no es el hincha de club, de carnet, valla y tatuaje, sino el taxista, el ama de casa, el jubilado y el niño de quinto de primaria. 40 millones de entrenadores con el aliento en el cogote de La Pulga. La camiseta número 10 de Argentina pesa un quintal por razones obvias, pero a Messi le ha tocado transportarla durante más de una década como Sísifo a su piedra, hacia una cima inalcanzable. Al mejor le ha tocado vivir como un outsider. A la contra.

Y para comprobarlo no hay competición más fiel que la clasificación sudamericana a los mundiales, las que siguen llamando “eliminatorias” aunque sea una liguilla, por algo será. Más que las finales o los clásicos, este es el verdadero campeonato, la ruleta de la regularidad, el “pan y mantequilla”, que diría Toshack. Y además Argentina está obligado a ganarla, o sea, a quedar entre los cuatro primeros, los que dan la llave al torneo más esperado. Jugar la repesca como quinto mejor se deja para los uruguayos,
dicen los argentinos. En esta ocasión Messi se encargó de entregar el pasaje a Rusia en una forma no tan acostumbrada: más una epifanía que de excelencia cotidiana, más una gesta que la magia rutinaria, como ocurre desde hace doce años en Barcelona. Por eso conviene hacer un viaje rápido por las previas a los últimos tres mundiales para ponderar su importancia: con sus tres goles se convirtió en máximo goleador histórico argentino en las clasificaciones. Porque es, curiosamente, en la frialdad de las fechas y
números, en el recuerdo del vértigo de los tiempos y el repaso de los nombres que han jugado junto a Messi o que lo han dirigido (ocho seleccionadores en doce años), donde se puede entender el bucle en el que vive Messi con su selección.

2006


Cuando empezó la fase de clasificación para Alemania Messi todavía veía a su selección desde el juvenil del Barcelona. Era septiembre de 2003 y a Argentina la entrenaba, aún, Marcelo Bielsa. Tuvo que esperar dos años para debutar con la absoluta, en un extraño partido amistoso contra Hungría: entró en la segunda parte y Marcus Merk tardó cuarenta segundos en expulsarlo, por sacarse de encima al defensa en el primer balón que tocó. Allí estaban con él Sorín, D’Alessandro, Crespo. En la clasificación debutó contra Paraguay en Asunción: diez minutos. Después se coló en el equipo en los últimos dos partidos, hasta dejar a Argentina segunda, empatada con Brasil. En el banquillo ahora estaba José Pékerman.

Con él surgió la primera polémica de Messi en la selección. Ocurrió en Berlín, cuartos de final del Mundial. Mientras se consumía la prórroga y Argentina empataba con Alemania, un país entero le gritaba a la tele cuando cortaban el plano sobre el seleccionador. Querían que pusiera a Messi, pero no lo utilizó: para el último cambio prefirió meter a Julio Cruz. La imagen que quedó de aquel chaval que tenía que comerse el mundo desconcertó a muchos: apoyado en el banquillo, ausente, con las piernas estiradas, mirando al suelo. Hubo penaltis y Argentina se marchó a casa.

2010


Maradona consuela a Messi tras la eliminación en el mundial de Sudáfrica.
Maradona consuela a Messi en Sudáfrica.

En el trance de esos cuatro años Messi vivió su período más tormentoso con Argentina, a la vez que su estrella brillaba en toda su extensión en Barcelona. En 2010 ya era campeón de Europa dos veces, ya era Balón de Oro, ya había sido colocado por Guardiola como falso 9 en el histórico 2-6 del Bernabéu, pero para los argentinos, para muchos de ellos, era solo un chico que nunca había jugado en el fútbol argentino y que aparecía de cuando en vez por Ezeiza como un marciano apocado. Un pechofrío que solo –solo- consiguió la medalla de oro en Pekín 2008 con la selección olímpica. De momento, su único título con Argentina. Pero la absoluta era otra cosa. En una agitada jugada, el año anterior la AFA había sustituido al Coco Basile (que llevó a la selección a la final de Copa América de 2007) por Diego Armando Maradona. Casi nada. En unos meses tediosos en los campos y vertiginosos en sala de prensa, Argentina llegó al último partido sin clasificarse. En el Centenario de Montevideo, contra Uruguay, el héroe no fue La Pulga sino Mario Bolatti. Hoy juega en la segunda división argentina.

En ese equipo estaban Heinze, Jonás Gutiérrez, Verón. Y Maradona gritándole a los periodistas, a los que le dedicó sus más hirientes estribillos en sala de prensa. En Buenos Aires se festejaba la clasificación en el Obelisco con una gran hinchable con la cara de Maradona. Messi pasaba en segundo plano, pese a que fue el máximo goleador de las eliminatorias, junto a Agüero y Riquelme, y se citaba con la historia en Sudáfrica. Pero allá no metió ni un solo gol y penó con el esquema maradoniano, con un mediocampo desierto. Se volvieron a ir en cuartos y frente a Alemania. Argentina seguía mirando de reojo a Messi.

2014


Otro ciclo, otro seleccionador. Alejandro Sabella comandó el camino hacia Brasil, con el pasaporte sellado dos partidos antes del fin, en Paraguay y con doblete de Messi. Podría parece que no pasó los apuros de otras veces, pero en la clasificación hubo un antes y un despúes: la remontada contra Colombia en Barranquilla, en un partidazo para recordar de Messi. Ese día a su lado jugaban Clemente Rodríguez, Rodrigo Braña, Guiñazú. El rosarino terminó con diez goles en catorce partidos: números de Barcelona.

La hinchada ya lo veneraba por decantación, pero no tardaban en llegar los reproches a la mínima oportunidad. Ocurrió al inicio de ese cuatrienio, en 2011, durante la Copa América de Argentina, donde cayó, como anfitriona, en cuartos de final, con el Checho Batista en el banquillo. Tampoco sirvió: fuera. Se sobrepuso en la clasificación, ya con Sabella, y llegó a las puertas de Brasil, otra vez, encantada de conocerse y poniéndole a Messi la etiqueta de obligado ganar el Mundial. Y Messi, a lo suyo. Porque aunque el Mundial no fue brillante para Argentina ni para él ni para la selección, en cambio fueron solventes y llegaron a la final –a la final- y el resto ya lo sabemos: el partido igualado, las oportunidades de Higuaín, la de Messi que se fue a un palmo, el gol de Gotze.  Fundido a negro y a remar cuatro años más.

2018


Messi ha cumplido treinta años, lo ha ganado todo con el Barcelona, ha batido todos los récords y recoge reconocimientos planetarios. Pero aunque también en Argentina parece haber unanimidad, aún –aún- queda un poso de suspicacia. Aunque sea a modo de registro, cabe repasar sucintamente todo lo ocurrido desde aquel gol de Gotze, agarrados y sin respirar: quince días después de la final de Maracaná muere Julio Grondona, mandamás del fútbol argentino durante tres décadas. Se va Sabella, entra
Martino. La AFA es un conjunto de reinos de taifas y vive el bochorno de elegir presidente y resultar en empate (el famoso 38-38 cuando eran 75 asambleístas).

Messi y Sabela, tras perder la final de la Copa América 2016 ante Chile.
Messi y Sabela, tras perder la Copa América.

Deportivamente llega a dos finales de Copa América, 2015 y 2016, y pierde ambas: Martino se va y Messi anuncia que se retira de la selección. Es un amago solo. Vuelve. Entra Patón Bauza. Dirige ocho partidos y Argentina se aboca al desastre. Además, a Messi le caen cuatro partidos (que serán dos) por insultar a un linier, vía lectura de labios. Argentina está casi fuera del Mundial. Entra Sampaoli. Empata, en Uruguay, empata contra Venezuela, empata contra Perú, cambiando La Bombonera por el Monumental. En este tiempo han jugado decenas de jugadores junto a Messi, especialmente en la zona de ataque. De Agüero a Higuaín, pasando por Icardi, Dybala y hasta Benedetto, pero no hay acierto. Llega el partido de Quito. Tres goles y para casa.

Hace más de un año que no marca nadie que no sea Messi en la selección argentina. Pero ahora ya da igual, está clasificado y el hincha ya dice –otra vez y sin solución de continuidad- que hay que ser campeón en Rusia. Que ahora puede haber patrón, pizarra, proyecto (pero hay que tener paciencia) donde antes hubo yermo (en 17 partidos Argentina no repitió equipo y usó más de cuarenta jugadores. Que no se sabe quién será el 9. Pero que sí se sabe quién será el 10. Lo importante del contexto: todo sucede el día que se retira Robben, un señor jugador al que un buen día de 2005 Messi robó un balón en Stanford Bridge y lo dejó con cara de tonto. Todo sucede el día en que Puigdemont practicó la marcha atrás con la independencia de Catalunya, allí en la ciudad de Messi, Barcelona, tan lejos y tan cerca de Quito.

La clave final de la trascendencia de Messi la dio aquella noche Andrés Burgo, maestro periodista, en un simple tuit, tan irónico como revelador de la relación argentina con su crack, tras de la exhibición de Messi en Quito: “…Pero Messi mira para abajo en el himno”. Pues eso.

Arturo Lezcano
Arturo Lezcano
Periodista coruñés de amplia trayectoria en la televisión en Galicia durante años en Antena 3, hizo las maletas y se marchó a hacer las Américas para montar su propia productora. Cinco años en Buenos Aires y otros tantos en Río le han permitido tener una de las mejores agendas de Sudamérica. 12 años después ha regresado con dos hijos en la maleta y ganas de volver a disfrutar del oficio aquí. Y de su Depor.
RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -
Google search engine

Most Popular

Recent Comments

Perikorro en Con contundencia
Alberto Patiño Varela en Los antimadridistas
Xavi Verger en Vinicius saca el cañón
Perikorro en Vivos con Fati-ga
Diego en Los sufridores
Diego en Viva el rey
Juan De Dios Luna Cijanes en La posesión y los tulipanes
Perikorro en Minority Report
Dr en Las viudas
Diego en Las viudas
Perikorro en Las viudas
Perikorro en Gaspartismo Reloaded
Diego en Viva la Vuelta
Dr en Viva Irlanda
Diego en Viva Irlanda
Diego en Decíamos ayer
Diego en Paz y amor
Dr en Paz y amor
Diego en Paz y amor
Diego en Vuela Supermán
Diego en Vuela Supermán
Diego en El trampolín
Perikorro en Salvar a Barrabás
Coral en Truman
Jose Avellaneda Perez en Los ídolos
María en Calles vacías
Amiguel en El pendejo de turno
Silvia Nebreda en Palabras y lágrimas
Manitu69 en This is Atleti
Alejandro Rincón Rubio en ¿Es Jovic un mediapunta?
Diego A. en Elogio de la locura
Juan De Dios Luna Cijanes en Efectividad máxima
Alfrez en Oda al populismo
Alfrez en Oda al populismo
Diego en Oda al populismo
Manitu69 en Oda al populismo
Fiodor Dostoievski en ¿Suerte o talento?
EUGENIO JORDAN en El cisne blanco
Frank Terraces en Historia del segundo Atleti
Hassandudeim en Historia del segundo Atleti
Perikorro en Aquí un Zidanista
Hassansudeim en Fichar a Descartes
Frank Terraces en Fichar a Descartes
Michael en Nacho y la tristeza
Irene García en Entre cero y nada
Roberto Gómez González en Entre cero y nada
Hassansudeim en Primeras impresiones
Rafael Sánchez Sánchez en Correa, Oblak y feliz año nuevo
Juanma Jiménez en Sólo fútbol
Jules en Sólo fútbol
Che en Trigo limpio
Gracias Faubert en Trigo limpio
Hassansudeim en Trigo limpio
Xabier en Trigo limpio
Juan carlos en Trigo limpio
Óscar Laguna en Ansiedad
Juan De Dios Luna Cijanes en El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos
Joan Del Valle en El tamaño importa (y mucho)
Jose Carlos Torrenova Lozano en Mucho más importante que todo eso
Pascual Vicente Martínez Gimeno en Dos años A La Contra
Vicente Martin-Pozuelo Cantos en Good Bye, Lenin!
yerry en Don Cenizo
IGWT en Relatividad
Manitu69 en Hacerse viejo
Tony en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Grandes éxitos de ayer y hoy
Esuardo en Don Cenizo
Juan De Dios Luna Cijanes en Victoria sin identidad
Frank Terraces en Bendita normalidad
Francisco en Victoria sin identidad
Julián Martín Fernández en Rodrygo hace viejo a Vinicius
J. J. Creamer en Los héroes de Bowie
Joselito en Éxito sin cimientos
Juan de Dios Luna Cijanes en Ansufatización
Juan De Dios Luna Cijanes en El ciclismo se ablanda
Frank Terraces en Desapego
Juan De Dios Luna Cijanes en Movistar no se rinde
Juan de Dios Luna Cijanes en Queremos tanto a Roglic
Frank Terraces en Hace dos meses
Juan De Dios Luna Cijanes en Nada por aquí, Neymar por allá
Juan De Dios Luna Cijanes en Hoy me he acordado de Lucho Herrera
Juan De Dios Luna Cijanes en Un colombiano en la luna
Juan De Dios Luna Cijanes en El Tour se achica ante Bernal
Juan de Dios Luna Cijanes en Bernal rompe el cielo
Juan De Dios Luna Cijanes en Bernal quiere el Tour
Eberhard Torres Calderón en Cuarenta años de La vida de Brian
Juan De Dios Luna Cijanes en Pinot quiere el Tour y Mikel Landa no se rinde
Frank Terraces en El Atlético más merengue
Juan De Dios Luna Cijanes en La suerte dispara contra Landa
Diego en El fugitivo
Diego en Sopor de France
Juan De Dios Luna Cijanes en El Talento Desperdiciado I: George Best
Juan De Dios Luna Cijanes en Friedenreich: Pelé antes de Pelé
Frank Terraces en La Feria de la Carne
Frank Terraces en El altar de Pérgamo
Juan De Dios Luna Cijanes en Ni cinco de bola
José Antonio Gutiérrez en No cambies tus sueños, cambia el mundo
Antonio Lopez Lobeto en Los doce trabajos de Hércules
Francisco Pedrajas Raya en Ramos-Florentino: Pimpinela en el Madrid
Antonio Lopez Lobeto en Mi pájaro es mejor que el tuyo
Stockton en Bon voyage
Juan De Dios Luna Cijanes en El problema del Barça es el relato
Perikorro en Tantas mareas, marean
Perikorro en No me gusta el cricket
Carmelo en La venda ya cayó
Antonio Jesús Zarza Moreno en ¿Marino o submarino?
Lorenzo Dominguez Sanchez en Gracias, Florentino
Joaquín en Camino a Vitoria
Robert Lee en El que se va, ya no es
victor martín marron en Quiten de ahí a esa loca
Martín Vallejo platero en El borde de la piscina
Diego en Gracias, Johan
jose antonio medrano en Gracias, Johan
Jorge Florido en Gracias, Johan
Javier en Gracias, Johan
Esteban en Gracias, Johan
Fran en Gracias, Johan
5contraelcalvo en Esperando a Zidane
Perikorro en Esperando a Zidane
Elaine Cristina en Casillas, el homenaje pendiente
Tomás Luis de Victoria en No, lo ponemos todo al centro
Tomás Luís de Victoria en Casillas, el homenaje pendiente
Lucas en Benzema FC
Carlos Antonio Suárez fornelino en Jugarse «nada»
Antonio Lopez Lobeto en Siete equipos para tres descensos
Víctor Raúl Valladares en El Real Madrid se queda solo
IÑAKI ASENSIO CALATAYUD en Ter Stegen, el portero de la T-10
José Ramón García en Ilusión en el nuevo White Hart Lane
JOSE ANTONIO FERNANDEZ PLAZA en Héctor del Mar, tal como éramos
Lucas en Oh, capitán
José Luis Heras en Usted tiene el faro roto
Juan J Rodriguez en Usted tiene el faro roto
Jairo Castillo en El Madrid de la triste figura
Rod en Au revoir
Cristian Galván en Motociclismo e hipocresía
Hassansudeim en La trampa perfecta
Juan De Dios Luna Cijanes en La trampa perfecta
Antonio Lopez Lobeto en Cuestión de fe
Martín Vallejo platero en Marcó Isco, ganó Zidane
Eliseo en Vuelve Zidane
Juan De Dios Luna Cijanes en La esperanza
Juan de Dios Luna Cijanes en La muerte del emperador
Maria Jose en Tropismo
María Jesús en Tropismo
Antonio Lopez Lobeto en El amor no siempre gana
SanEmeterio For Atle en Bienvenidos al espectáculo de minstrel
Elaine Cristina en El empate perfecto
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Sergio Alberruche en La revancha perpetua
Antonio Lopez Lobeto en Al límite de la filosofía
Juan de Dios Luna Cijanes en La ley del mínimo esfuerzo
Antonio Lopez Lobeto en Milagro Kvitova
Carlos Leo Castellanos en Cristiano ya no va de farol
Marcos Da Silva en El tamaño importa (y mucho)
Antonio Lopez Lobeto en Promesas que todavía lo son
Gustavo Del río manzano en Quince años sin el mejor: Chava Jiménez
ROSA MARIA cuesta guerrero en A propósito de Laura
Irene García en Vidrio roto
AA - Rod en Vidrio roto
Juan Luna Cijanes en Solari y la teoría del melón
Antonio Lopez Lobeto en El valor de las palabras
Raúl Ávila en El traje de toda la vida
Miguel Morán en Godín es El Cid Campeador
Ricardo Moreno Castillo en La adolescencia duele
Aminie Filippi en La adolescencia duele
Miguel Angel Hidalgo Mena en Historia de un superviviente
Alfrez en Por los cojones
Paulino en Por los cojones
ROSA MARIA cuesta guerrero en La adolescencia duele
Luis Miguel en Y el presidente, ¿qué?
Oscar Redondo Callado en Tour 2019: Un espanto de recorrido
Santiago Peraza en A LA CONTRA, primer aniversario
Teddy Sagarrasantos@hotmail.com en Bienvenidos al mágico mundo de Oz
Conchita Minguez en Cinco apuntes para seis carreras
Francisco en Te quiero, Valverde
GONZALO IMPUESTO NOGUERAS en La carrera de su vida
José Luis Hera en Lava
Angel en Lava
Antonio Martínez Pascual en El Sevilla sonroja al Madrid
Begoña hernando en Ya están aquí…
ROSA MARIA cuesta guerrero en Ya están aquí…
Ángel en Vuela el Madrid
Francisco Bascuas en Fortnite y la física del caos
Ramón J. en Serena pierde la calma
Manitu69 en Armagedon colchonero
Chema en Querido Manu
Chema en Querido Manu
Dalmacio del Campo en Mucho ruido y pocas nueces
Óscar en Las tragaderas
Maria del Carmen Torres en La banda izquierda no tiene memoria
manuel santamaria asensio en Lo salvó el VARça
José Luís en Lo salvó el VARça
Antonio Lopez Lobeto en Sin actitud no hay talento
José Ramón en Sin actitud no hay talento
Milagros Recio en La constante es Messi
Pablo González Suárez en Rivaldo, Simeone y un minuto de silencio
Francisco Pedrajas Raya en Ganó el Atlético, cambió el viento
Francisco Pedrajas Raya en Ganó el Atlético, cambió el viento
Mauricio en La fuga de La Masía
José Antonio Del Moral en Piqué y los pollos sin cabeza
Dalmacio del Campo en Hola Courtois, adiós Keylor
Jesús Carlos Zuazo Garrido en Hola Courtois, adiós Keylor
Quillo en Cuento de Navidad
ROSA MARIA cuesta guerrero en Papás, tenéis deberes
BEGOÑA Hernando en Papás, tenéis deberes
Alicia Fernandez en Papás, tenéis deberes
Gjon Haskaj en El secreto de fichar bien
VICENTE PÉREZ NAVARRO en Vinicius, la proto estrella
Antonio Lopez Lobeto en Monsieur Mbappé
jclopezmontoya21@gmail.com en Morir con el portero que no queríamos
Johhny en En serio
Oscar Pereira Fernandez en Iago no tiene la culpa
Alicia en Recuerdo Mundial
Alicia en Recuerdo Mundial
ROSA MARIA cuesta guerrero en Recuerdo Mundial
Antonio Lopez Lobeto en Monsieur Mbappé
José Luis García en En serio
SMN en En serio
Walter Montaldo en Vivir con el alma aferrada
Antonio López Lobeto en Biscotto innecesario
manu5 en En serio
Benjamin Fernández en En serio
Irene García en Dios ha muerto
Jose en Dios ha muerto
Carmen Viedma Diaz en ¡Nada de sexo con extranjeros!
ALFONSO APARICIO VIAN en De Gea: «Tampoco he matado a nadie»
Ignacio Rubén Melancolía en Julen tiene mi voto
FERNANDO ALONSO MARTÍN-LOECHES en Julen tiene mi voto
Antonio López Lobeto en Deporte para leer
Ignacio Rúben Melancolia en Ocho finales seguidas para King James
Mariano J. en El niño Cristiano
José Luis en Bale fue el héroe
Albert en Bale fue el héroe
ROSA MARIA cuesta guerrero en La lista
Aurora en La lista
LUCASIAN en Padres dron
Nachovic en No olviden esta cara
Alfrez en El Principito
Alberu en El Principito
Borja en El Principito
Alicia en Padres dron
ROSA MARIA cuesta guerrero en Padres dron
Aurora en Padres dron
Jorge en Padres dron
Alejandro Alcalde en La mala educación
Alfrez en Energía potencial
zico1999 en La última cena
zico1999 en La última cena
Manolo Muñoz en ¡Resiste, Lendoiro!
Estibaliz Giner Larrauri en ¿Marino o submarino?
ROSA MARIA cuesta guerrero en ¿Marino o submarino?
Basilio Leónidas en La primera red social es tu casa
maria antonia Lopez en ¿Marino o submarino?
Manitu69 en Ser o no ser
David en Ser o no ser
Raquel en La caída de Messi
Manuel Rafael Prieto Fanjul. en La caída de Messi
Basilio Leónidas en #SantiCampeón
ROSA MARIA cuesta guerrero en La primera red social es tu casa
Ettore Viglione en Bajón oval
guaschiano en Fort tiene razón
ErJabato en Fort tiene razón
Sara Amado en Las crónicas boludas
Rebeca R. en Las crónicas boludas
Ana Bonilla Rodriguez en #SantiCampeón
Aurora en #SantiCampeón
Alicia en #SantiCampeón
Begoña hernando en #SantiCampeón
ROSA MARIA cuesta guerrero en #SantiCampeón
Jose manuel en Lopera, 22; Alaya, 0
betiquisimo en Lopera, 22; Alaya, 0
Gol Sur 88 en Lopera, 22; Alaya, 0
Juan Carlos Quesada Fernandez en El Sahara Marathon, mucho más que una carrera
Francisco josé Montero Madrid en Lo que digan los futboleros
Tomás Luis de Victoria en Benzema se hace perdonar
Juan Rodriguez-Briso en Real Madrid, un equipo español
Amparo Martín en De cañas por el Metropolitano
ROSA MARIA cuesta guerrero en Horarios family friendly, por favor
Antonio Lorenzo Vicente en Coleman puede batir el récord de Bolt
Lila Castro en Zidane de los milagros
SAMER KHEIR en Zidane de los milagros
ROSA MARIA cuesta guerrero en TDAH y deporte: una tabla de salvación
Ana Bonilla Rodriguez en TDAH y deporte: una tabla de salvación
J. Carlos en Zidane de los milagros
Benjamín Fernandez en ¡Força Penya! iForça Badalona!
Luis Polo en Zidane de los milagros
Manu Ponce en Zidane de los milagros
Embruix de Lluna en ¡Força Penya! iForça Badalona!
Carmen María en ¿Quién defiende a mi hijo?
ROSA MARIA cuesta guerrero en ¿Quién defiende a mi hijo?
George_Kaplan en Gatillazo madridista
David Azpiazu Torres en En defensa de Iñigo Martínez
Juanma Jiménez en En defensa de Iñigo Martínez
Juanma Jiménez en En defensa de Iñigo Martínez
ROSA MARIA cuesta guerrero en José María García y el fantasma de Instagram
Salvador en Se busca asidero
Gabriel Inojosa en Pepinazo en el Bernabéu
julio ruiz en Se busca asidero
ROSA MARIA cuesta guerrero en Rugby inclusivo: bendita melé
Josefina Trujillo en La figura del líder
Carmen María en ¡Hagan juego, señoritos!
Juanma Jiménez en Mucho Villarreal, poca suerte
ROSA MARIA cuesta guerrero en ¡Hagan juego, señoritos!
Ana Bonilla Rodriguez en ¡Hagan juego, señoritos!
Dalmacio del Campo en En defensa de Zidane y de su equipo
david en Ser un hombre
Raúl en Lagarto, lagarto
Elena en Ser un hombre
Carlos en Ser un hombre
Albert Batlle en Carta a los Reyes Magos
Begoña hernando en Carta a los Reyes Magos
ROSA MARIA cuesta guerrero en Carta a los Reyes Magos
Carmen María en Carta a los Reyes Magos
Juanma Jiménez en Feliz Navidad… y gracias
Elaine Cristina en Feliz Navidad… y gracias
Alejandro Chacón en El Barça es el procés
Pekas en A ti padre…
ROSA MARIA cuesta guerrero en Los otros diez planes de Navidad con tus hijos
Ignacio en A ti padre…
Estíbaliz en A ti padre…
Estíbaliz en A ti padre…
Juan de Dios en A ti padre…
Aurora en A ti padre…
José Ignacio Vidal Fernández de Castro en Mundial 82: el peor sorteo de la historia se hizo en Madrid
José Ignacio Vidal Fernández de Castro en Larry ‘Legend’ Bird… bajo el halo del mago Johnson
Ana B en A ti padre…
Embruix de Lluna en La importancia de SER el CAPITÁN
Arancha Matamala en A ti padre…
Aminie Filippi en A ti padre…
Beatriz en A ti padre…
Carlos Ruf en La mente es la que gana
Kalle Ruf en Echo de menos…
Pablo en Estilismos
Felipe en Soy maratoniana
Ivan Reina en Soy maratoniana
MaiteV en Soy maratoniana
Luis Alberto Merchán en Bye, bye, Blackbird
Manuel Grandes en Bye, bye, Blackbird
Jesús María Martín Domínguez en El Titanic del Betis, proa hacia el iceberg
Tomás Luis de Victoria en Cristiano en su laberinto
Cristina Navarro en Mi primera maratón
Luis Alberto Merchán en Castillos en el aire
José Vaquer en Mi primera maratón
Pantxo Pintxo en El derbi, de la A a la Z
Pedro Luis Garcia en Las dos Españas, ¿cuál mejor?
Pedro Luis Garcia en Las dos Españas, ¿cuál mejor?
Gerardo Rodríguez@@ en San Siro dirá la última palabra
Luis Bilbao en El fin de Cristiano
Jose Antonio Fernandez Plaza en Asensio convirtió el domingo en viernes
Jota en el camino en ¿Dónde está el equipo?
Iván Bellido Andrés en Simeone no tiene quien le escriba
Irene García en Un empate por principios
José Miguel en Pánico escénico
Gerardo Rodríguez en Y de nuevo, el racismo
Guillermo García Sánchez en 10 millones de dólares por una cámara para Pep

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies