Desde el primer juego del quinto set de la final del Australian Open 2017, Roger Federer no cede el saque o no pierde servicio ante Rafael Nadal, que cerró aquella final con 4/17 en puntos de ‘break’ convertidos. Tras el exitazo del Rod Laver Arena, que venía precedido de otro más humilde, en Basilea, en octubre de 2015, Federer ha ensartado otros tres brillantes dijes en la cadena del ‘cara a cara’ con Nadal: Indian Wells, Miami y Shanghai, las tres citas en Masters 1000 (octavos en Indian Wells y sendas finales).
Desde aquel ‘break’ inicial del quinto set de Melbourne, ya casi histórico, Federer ha ganado 31 juegos al saque ante el actual número uno del mundo, que solo jugó cuatro puntos de ‘break’ a favor sobre el servicio de Roger, todos en Miami… y perdió los cuatro. Entre Indian Wells y Shanghai, Nadal disfrutó cero puntos de ‘break’ a favor. De paso y de camino, Roger sí ha quebrado en once ocasiones el servicio de Rafa, incluido el set final de Australia. «Ssshh, que aquí estoy trabajando…», se queja un humorista Federer a nada menos que a un animoso Bill Gates durante un ‘spot’ para un partido benéfico en Seattle que se grabó en el pasado Masters 1000 de Indian Wells. ¿En qué estaba trabajando Federer, absorto ante la fascinación de Gates? Exacto: en el servicio. «Las cosas que hago cuando saco suelen salir después de pasar las tardes entre juegos de cartas o ‘playstation'», ironizaba Federer no hace mucho.
Todos estos duelos (donde Federer ha reducido en cinco unidades, hasta 23-15, aquel ‘cara a cara’ total en el que Nadal le trituraba por 23-10) se han celebrado en pista dura. Nadal no bate a Federer desde la semifinal de Australia en enero de 2014. Esas cinco victorias de Federer (ahí va la primera en Melbourne) ya le guían a un 11-9 favorable ante Rafa en pistas duras. Pero resulta abrumadora una evidencia cada día más palpable: Nadal no resta el servicio de Federer, que toma ventaja desde el primer golpe de sus juegos al saque… e incluso desde el segundo tiro, al resto, de aquellos en los que Nadal sirve. ¿Qué está pasando?
«Pasa», está pasando en primer lugar, el propio servicio de Federer, quien, hasta el US Open 2017, llevaba colocados el 80% de sus primeros servicios del año «a 20 o menos centímetros de las líneas», según un estudio que el ordenador de Patrick Mouratouglou, entrenador y expareja de Serena Williams, realizó para Eurosport. «El saque de Federer es casi imposible de adivinar para cualquier jugador, puesto que el ‘toss’ -lanzamiento de bola- siempre lo hace en la misma posición, y aun así es capaz de localizar (‘pinpoint’) cualquier esquina, aunque la mecánica de la moción empiece siempre igual. Se puede comparar su gesto con el de Pete Sampras, pero este era más explosivo y el de Federer fluye con más suavidad y elasticidad, es como un regalo para la vista», apunta Mouratoglou.
El californiano John Yandell, técnico estadounidense de saque, hace observar que «hay dos saques de Federer casi imposibles de restar y mucho más en hierba: el cortado abierto en el lado del ‘iguales’, que suele ir a 104 millas por hora (unos 167 km/h) y el ‘kick’ a la ‘T’ en el lado de la ventaja, que va a unas 124 millas (198 km/h) y en Wimbledon solo se lo veo a él».
Tras el correctivo de Indian Wells (6-2, 6-3), Federer ha rebasado el 80% de puntos ganados a Nadal con primeros saques en Miami (87%) y Shanghai: 83%. Peor aún para Rafa Nadal, Federer ganó el 75% de puntos con segundos saques en Indian Wells… y el 79% en Shanghai: 11/14. Lo que Mouratouglou y Yandell señalan se verifica en este juego de la semifinal Federer-Berdych en el pasado Wimbledon, donde Roger levanta un 15-40 con cuatro puntos de saque en una serie (cortados, ‘kicks’) mutante hasta tal punto que Boris Becker, en la BBC, desafía a Tim Henman a intuir hacia dónde va cada saque. Y Henman no acierta…
En esta descarga de servicios, las estadísticas de Federer contra Nadal ya venían como un trueno y ahora se van convirtiendo en una montaña. Según Craig O’Shannessy (analista de ‘Brain Game’ en ATP), la reciente final de Shanghai fue el partido en el que el resto de Nadal rindió «peor que nunca» ante los misiles que suavemente ajustaba la mecánica de saque de Federer. Bajo techo por la lluvia en el Imperio del Sol, en la final de Qi Zhong, Rafa solo ganó el 21% de puntos en restos a segundos saques (3/14) y el 18% en restos totales, también mínimo histórico en porcentaje. En total 8/44 puntos al resto. Esos ocho puntitos de retorno se igualan con otra tarjeta mínima de ocho que Nadal firmó cuando Federer le barrió por 6-3, 6-0 en el ‘Round Robin’ de la Masters Cup de 2011.
O’Shannessy aporta datos escalofriantes para Nadal en esta racha de 0-5 para Federer, desde Basilea 2015: cuando Roger abrió servicio con 15/0 a favor… siempre conservó el saque: 42/42. Cuando sirvió en ‘deuce’, RF solo sufrió un ‘break’ en contra: 13/14. Con la barbaridad de 79% de primeros servicios ganados, Roger ha conectado un total de 52 ‘aces’, más del triple que los 14 de Nadal. Además, Federer ha salvado el 80% de puntos de ‘break’ en contra: 20/25. Rafael Nadal promedia en su carrera el 34% de puntos ganados al resto ante primeros servicios, pero ahora cae al 21% (51/240) en estas cinco derrotas ante ‘Mr. Perfect’. En su carrera, Nadal suma el 55% de puntos al resto bajo segundos saques y en la racha se nos está quedando en… 42%: 59/139, más el pésimo dato de solo 19% de puntos ganados (4/21) en oportunidades de ‘break’ en el lado de la ventaja, el lado ‘fuerte’ del actual número uno del mundo.
En estos momentos se ve claro que Rafa no sabe dónde ni cómo restar a Roger; en Shanghai intentó -con mal resultado- ir a retrasarse tras la línea de fondo, algo que le salió bien ante Kevin Anderson en la final del US Open. Pero Kevin no es Roger, que dicta imperialmente a partir del servicio y de un resto agresivo. Es como aquello que se dice en baloncesto: «La defensa no se puede defender». En juego, el ‘drive’ cruzado de Nadal ha bajado claramente en revoluciones y curva parabólica. Federer ha tabicado la vía de agua que se le abría en el costado del revés, que ahora toca a botepronto y raramente lifta: lo ejecuta siempre plano y al ataque, como un tiro de pistola en busca de acorralar a Nadal en su propio rincón del revés. Pero esta variante estratégica ya es otro secreto en este drástico cambio de la suerte. Mientras…
Rafa se está quedando sin respuestas ante Roger. Lo del servicio del suizo parece de playstation. Buen artículo!
Roger juega cada dia mejor. Se acaban los adjetivos cuando se habla de el. Es sencillamente el mejor tenista de la historia