Un largo y humeante puro, una mirada inteligente y sarcástica, una poderosa voz que a través de la radio se dirige al pueblo británico para insuflarle valor ante los bombardeos de Hitler como un entrenador de fútbol alentaría a sus jugadores antes de la final de la Champions: “Es hora de ganar esta gran guerra”. Una secuencia que resume toda una película. El actor escocés Brian Cox se mete bajo el sombrero Homburg y el abrigo negro del británico más ilustre —con permiso de David Beckham, Mr. Bean o Paul McCartney— en este biopic que recrea las dudas existenciales de Sir Winston Churchill durante las 72 horas anteriores al desembarco de las tropas aliadas en Normandía.
Título: Churchill
Director: Jonathan Teplitzky
Reparto: Brian Cox, Miranda Richardson, John Slattery, Ella Purnell, James Purefoy, Richard Darden.
Prodcción: Gran Bretaña / EEUU (2017)
Duración: 1h. 45 m.
Estreno: 18 septiembre 2017
El cine británico en los tiempos del Brexit parece dispuesto a elevar la moral de la tropa a través de cintas como la impresionante ‘Dunkerque’, la sofisticada ‘Su mejor historia’ o este descafeinado retrato del político más citado de la historia al que le falta el punch que al personaje real le sobraba. Si el premier británico solía despertarse con un vaso de whisky Johnnie Walker Black Label en la mano, el realizador de esta cinta, el australiano Jonathan Teplitzky, parece haberla dirigido tras desayunar un aguado té con leche de soja y edulcorado con stevia. ‘Churchill’ es un filme de estructura clásica, magistralmente interpretado y correctamente dirigido, pero más soso que un sándwich de pepino.
El pueblo que inventó el fútbol puede estar orgulloso de ese personaje lúcido, socarrón y borrachín que los condujo a la victoria en los oscuros días de la II Guerra Mundial, aunque parece que el cine aún no le ha hecho justicia. Ni siquiera el magistral Rod Taylor llevó a la gloria al personaje en aquella tarantiniana secuencia de ‘Malditos Bastardos’ en la que se impartía un ‘chanante’ briefing de la Operación Kino. Los fans de Churchill deberán seguir atentos a las pantallas. Pero para ver la Premier League, claro. Y, en caso de que no tengan un puro, con un Winston en la mano.
LIBRO RECOMENDADO
Los 13 malditos bastardos – Richard Killblane
El historiador y ex boina verde Richard Killblane cuenta en este libro la brutal historia de Jake McNiece, líder del comando denominado los ‘Filthy Thirteen’ (sí, los auténticos Bastardos, no los que Tarantino presentó en su cinta, ni los que formaban el comando que protagonizó ‘Doce del patíbulo’ de Robert Aldrich, aunque inspiraron ambas películas). Estos tipos duros, indisciplinados y camorristas no destrozaban cráneos nazis a batazos, ni tatuaban con machetes esvásticas en las frentes de soldados alemanes ni tampoco coleccionaban cabelleras arias, más bien se dedicaban a lanzarse en paracaídas tras el frente enemigo, demoler puentes, colocar minas y siempre con el lema de es mejor matar que hacer prisioneros. Su especialidad: eliminar oficiales de las SS en misiones suicidas.
Las también llamadas Águilas Aulladoras formaron parte de la sección de demolición y sabotaje del 506º Regimiento Paracaidista del ejército yanqui, que participó en el desembarco de Normandía, la sangrienta Batalla de las Ardenas o la desdichada Operación Garden Market, el cuestionable plan del mariscal Montgomery que los aliados llevaron a cabo gracias a la presión que ejerció Churchill. Unos auténticos especialistas en comerse marrones, vamos. En este libro se les rinde un homenaje más certero que las hollywoodienses reinterpretaciones de sus hazañas bélicas. Un relato que desprende metralla incandescente a cada página.
CERVEZA RECOMENDADA
Napar Porter
Como diría el surrealista Frente de Liberación de Judea en ‘La vida de Brian’, ¿qué nos han dado los ingleses? Además de las citas de Winston Churchill, el deporte más apasionante y universal e inmortales bandas de pop-rock, los británicos han dejado un cuestionable legado de colonialismo salvaje, turismo hooligan y el revienta arterias english breakfast. ¿Se lo perdonamos? Sí. Desde sus cervezas de alta fermentación, las míticas Pale Ale, a sus primas hiperlupuladas Indian Pale Ale, pasando por las oscuras Stout, los hijos de la Gran Bretaña han mostrado desde hace siglos su maestría a la hora de elaborar birrotes.
Para acompañar el visionado de la cinta ‘Churchill’, te invitamos a probar la robusta cerveza Napar Porter, de la microcervecería artesanal navarra Naparbier, un brebaje maltoso, intenso, con un aroma a café y grosellas y un pase final de boca con recuerdos a chocolate y regaliz que bien podría alegrar la más fría y lluviosa tarde londinense. Con un notable 6,2% de alcohol y un moderado amargor de 40 IBU, su sutil toque lupulado y su carbonatación controlada hacen de esta cremosa Porter una cerveza digna de un primer ministro inglés.