Los ‘millennials’ que lean esto posiblemente no sepan de qué hablo, pero hubo una época en este país en que la única calabaza que deseaban tener los niños era una con sombrero y bastón a lo Fred Astaire llamada Ruperta. Hoy, cuando Halloween es ya una fiesta más globalizada que un Frappuccino de Starbucks, hasta las cervezas se han contagiado del virus calabacero. Aquí te presentamos tres ejemplos de birras Pumpkin Ale para, si te vienes arriba con las tradiciones de la noche de Halloween, las disfrutes con todos los sentidos, y si por el contrario se te indigestan las pelis de terror, la parafernalia que inunda hasta la mercería de tu barrio y los niños disfrazados de monstruitos llamando a tu puerta a pedirte caramelos, te ayuden a pasar mejor ese mal trago.
Pumping Ale Baias Kerala
Alcohol: 7,5% vol. | Amargor: 12 IBU. | Valoración: 8/10
Cuando los primeros colonos anglosajones invadían el Nuevo Mundo allá por el siglo XVII, para sobrellevar las penalidades a las que se enfrentaban y superar la morriña, decidieron elaborar la tan querida cerveza de que disfrutaban en su tierra natal. Lástima que, entre otras muchas cosas, escaseara por aquellas tierras la malta de cebada de calidad. Así que usaron otras materias primas que tenían más a mano, como el maíz, la melaza o la calabaza —que al fin y al cabo es originaria de América— para elaborar cerveza.
Ahora los cerveceros de Baias han tomado el testigo de aquellos aventureros para elaborar esta cerveza de temporada, pero con calabazas de su tierra, Álava, agua del macizo del monte Gorbea, y especias traídas del estado de Kerala, al suroeste de la India. De un color ámbar oscuro, turbia y capaz de formar una consistente espuma, esta cerveza vasca transmite en nariz mucha presencia de especias, como clavo, algo de canela y vainilla. Al beberla es notablemente dulce, recordando a una riquísima tarta de calabaza, y su final de boca ligeramente amargo perdura minutos después de tragarla, ayudado además por su alta y estimulante graduación alcohólica.
La Sagra Calabaza y Canela
Alcohol: 6,1% vol. | Amargor: 11,3 IBU. | Valoración: 7/10
En esta otra Pumpkin Ale tampoco estamos en el Far West, sino en tierras castellanomanchegas, donde se ubica la hiperactiva cervecera La Sagra. Desde Numancia de la Sagra en Toledo nos presentan esta particular y conseguida elaboración de calabaza y canela, también una ‘season beer’ destinada al consumo en estas fechas otoñales de Halloween que, como ellos mismos dicen, “es fruto del empeño de nuestros maestros cerveceros por despertar paladares, remontándose al tiempo de las campiñas americanas”.
Esta birra es de color anaranjado oscuro, posee una textura aterciopelada y destaca sobre todo en la nariz, donde desprende aromas afrutados con notas de canela y clavo. Al llevarla a la boca resulta, para el gusto del que escribe, un brebaje demasiado dulce, con alta presencia de melaza, lo que puede enmascarar algo el sabor natural de la calabaza. En el final de boca se agradecen ciertos matices amargos, pero sin pasarse, y una larga persistencia.
Pumpkin Ale Brooklyn Post Road
Alcohol: 5% vol. Amargor: 24 IBU. Valoración: 9/10
La microcervecería del barrio de Williamsburg, en Brooklyn (Nueva York), que este año cumple su 30 aniversario, parece estar en su salsa elaborando esta cerveza tan típicamente americana, su Colonial Style Pumpkin Ale. La ya mítica ‘B’ de su etiqueta, diseñada por el gran ilustrador Milton Glaser, autor de la universal campaña de “I Love NY”, esconde una gran cerveza, bautizada como Post Road, que consigue concentrar un auténtico sabor a calabaza.
De un color ámbar pálido, más cercano a la pulpa de calabaza que las anteriores, en nariz se advierten aromáticas notas de calabaza elegantemente sazonadas con especias como el clavo y recuerdos a cookies recién horneadas. La Post Road posee un logrado gusto a calabaza asada, con un dulzor moderado y una mayor presencia de los lúpulos, algo que caracteriza a casi todas las ‘crafts’ que elaboran los yanquis. En este caso, es el lúpulo americano Cascade el que le proporciona el agradable amargor final. Una cerveza redonda.