Nada ni nadie puede frenar a Belasteguín y Lima. No existe fórmula mantenida en el tiempo para hacer temblar a Pablo y Fernando. No hay método conocido para privar de la gloria a la pareja número uno del World Padel Tour. No lo lograron con anterioridad Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez y tampoco lo consiguieron este domingo en el Zaragoza Open Matías Díaz y Maxi Sánchez que acabaron cayendo por 6-4 y 6-2.
Porque su pádel está por encima del del resto. No siempre. No de forma apabullante. Quizá ni siquiera en cada partido. Pero lo está más veces y de mejor forma. Lo está en esos momentos que separan a los héroes de los mortales cuando la fina línea que separa la gloria del fracaso coloca a cada uno en su sitio. Lo está, al menos, en los últimos años. Esos que han dominado con mano de hierro.
Unos Belasteguín y Lima que se plantaron en la final de Zaragoza sin apenas haberse despeinado. Solo Lamperti y Mieres lograron por segundo acto consecutivo llevar al limite a la pareja Asics y forzar las tres mangas. Nadie más supo encontrar las soluciones al indescifrable problema llamado Bela-Lima. No lo lograron Ruiz y Nerone en las semifinales y tampoco lo hicieron Matías Díaz y Maxi Sánchez.
Porque la final siguió el guión preestablecido. Los números uno hicieron valer su vitola de favoritos y dominaron la pista central de principio a fin. Lo intentaron Mati y Maxi, que llegaban eufóricos tras eliminar el sábado a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez en un maratoniano encuentro, pero nunca acabaron de encontrar el estado de gracia.
Con su ya habitual juego firme, carente de errores no forzados y oportunista cuando la ocasión lo requiere, cerraron a Matías y Maxi la red y apagaron las luces. Con un ‘break’ en el primer set pusieron la primera piedra para alzarse con la gloria y repitieron milimétricamente el plan en el segundo para hacerse con el partido.
El sexto título de la temporada y la firma definitiva al número uno del año la temporada que parecía de su caída. Un nuevo trofeo para las vitrinas de esa pareja que se ha acostumbrado a vivir con gusto en el alambre del éxito cuando ya son muchos los que les quieren ver caer. La ampliación de su renta como líderes del ranking cuando más cerca estaban sus perseguidores. La prueba irrefutable de que todo puede fallar, menos Bela y Lima.