Huelga decir lo que está pasando por tierras catalanas, pues es un goteo constante de incesantes noticias que llega ya a cansar, a enfrentar amigos, a discutir en redes y a crear un clima violento dialécticamente que espero no ver en las calles.
Como exdeportista, y miembro de ambas selecciones, he jugado con la catalana y la española con orgullo, defendiendo a mi equipo. Mi primera selección recuerdo que fue ya en minibasket en un viaje a Canarias. Debía ser el año 1980, en una de aquellas ‘Semana Catalana’ en las Islas Canarias e hicieron una selección de jugadores de colegios.
Me he emocionado viajando por esos mundos de Dios defendiendo la camiseta roja de España y escuchando el himno. No sólo por defender al equipo de tu país, si no porque sabía que también representaba a todos los jugadores que, como yo, querían estar y no pudieron. ¡Una gran responsabilidad!
Como no nacido en España (lo hice en Finlandia) y con un ADN familiar muy variopinto, tuve que renunciar a los 15 años a mi nacionalidad original y jurar fidelidad a la Constitución Española. Eso quieras o no te marca, y mucho. Y no soy de romper mis juramentos. También supongo que influye mi educación de colegio cristiano mezclado con unas vivencias en casa basadas en la humildad y la honradez, y, sobre todo, en el cumplimiento de unas normas. No veo que saltarse las leyes sin parlamentar sea de recibo.
Puede gustar o no, pero es mi pensamiento. Es fácil ser un hipócrita y bailarle el agua a quién toque, pero prefiero que me llamen El Honrado Ruf que El Hipócrita Ruf, aunque tenga cierto coste. No le he “chupado el culo” a nadie, y a mi edad, creo que ya no lo haré. ¿Se ha de hacer para triunfar? Triunfar es no doblegarse y conservar un mínimo de dignidad. Pero ser democrático es eso, ¿no? Expresarte, dejar expresar a la gente y respetar todas las ideas por muy contrarias que sean.
Malos tiempos para expresarse sin que te apedreen desde cualquiera de las trincheras. Pero lo que sí tengo claro es que mi escudo es la Ley vigente y sólo me baso en ello. Sea quien sea el Gobierno vigente: el PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos o El Circo de los Hermanos Tonetti.
En ningún país europeo, y creo que aún lo somos (o semos, ya no se yo…), dejarían pasar esto. Hoy en día decir la verdad o dar argumentos es ir A la Contra. El resto es ser un “bienqueda” y ser políticamente correctos, o decir lo que la gente quiere leer o escuchar, dista mucho de ser un Libre Pensante.